A quién no le gusta ir a la cancha con sus amigos, disfrutar de un apasionante partido y compartir la emoción cuando entra un gol. La chipa y la gaseosa son los infaltables compañeros de esos 90 minutos de fútbol. Así, los niños de los bañados podrán disfrutar de la misma experiencia y, para algunos, será la primera vez que logran pisar un estadio y ver en directo un partido de primera división.
La Mesa Nacional de Asistencia de Damnificados anunció que el Club Cerro Porteño puso a disposición aproximadamente 22.000 entradas en el sector de preferencia A. Así, niños de 6 a 12 años, de la zona de los bañados, puedan ir al estadio y disfrutar de un partido, siempre y cuando el club juegue como local en su cancha.
Cerca de 50 colectivos trasladarán a los chicos de los bañados a la cancha, primeramente para el clásico de este sábado. Hay aproximadamente 40 voluntarios que ayudarán a la ubicación de los niños en el sector de preferencia. Para muchos, esta experiencia será inolvidable, ya que no tuvieron la oportunidad de asistir a algún estadio.
Este gesto de generosidad azulgrana es muy llamativo, ya que la donación para este tipo de entretenimiento equivale a un monto aproximado de G. 1.200 millones. Los niños que serán beneficiados son de 6 a 12 años de edad y el proyecto solidario se extenderá hasta diciembre de este año. Así también, la sociedad espera que, además de bridar diversión a los niños, los líderes no se olviden de la ayuda que estos necesitan para su formación académica y profesional futura.
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Gracias a esta iniciativa, los niños podrán divertirse y fomentar su interés en los deportes y un estilo de vida sana. En vez de que queden perdidos en drogas, robos y otras actividades, los chicos podrán sentirse atraídos por una vida sana y con deportes, ya que estarán cerca de sus ídolos. El arzobispo Edmundo Valenzuela agradeció la noble acción y también aguarda que otros clubes se sumen para que más chicos puedan disfrutar de este popular deporte que es el fútbol.
Esperamos también que los agentes del Gobierno se sientan comprometidos con el bienestar de los niños de sectores vulnerables, que los ayuden a sentirse protegidos y confíados en un futuro mejor. En la vida no todo es entretenimiento; debe haber responsabilidades por parte de la sociedad y líderes para crear un mejor porvenir. Deseamos que este noble acto sea un puntapié de solidaridad para el cambio del estilo de vida de los niños de los bañados.
Por José Peralta (18 años)