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La lectura y la producción literaria nacional han aumentado en los últimos años, pero aún queda mucho por hacer para que la generación actual sea una de jóvenes interesados en obras paraguayas. Entre lo poco y nada de lectores que hay, vemos que la mayoría prefiere materiales de autores universales.
Uno, tal vez, pueda decir que los chicos que olvidan los libros nacionales no tienen cultura, pero más bien están adoptando una diferente. Leer a autores de nuestro país es importante; sin embargo, en la actualidad, existen jóvenes que desean adquirir conocimientos diferentes para, así, construir una identidad en relación con sus intereses más profundos, experimentando distintos materiales literarios.
De esta manera, vemos que los jóvenes adquieren más una cultura contemporánea basada en sus intereses y en el mundo que construyen. Así, los chicos, que piensan en cumplir sus sueños, luchar contra la depresión o encontrar el amor, terminan buscando libros como “Por 13 razones”, de Jay Asher, o escritos románticos en plataformas digitales como Wattpad.
Todo esto no está mal, pero a la vuelta de tu casa se encuentra seguramente una librería humilde y casi olvidada con muchos cuentos, novelas e historias que, quizás, sucedieron acá en Paraguay. Existen diversos relatos de autores que en el pasado pudieron haber recorrido las calles de tu barrio o se inspiraron viendo el mismo río que admirás cuando te paseás en la costanera.
A la hora de empezar a leer obras nacionales, uno de los problemas que afrontamos es que asumimos que el vocabulario es muy difícil de entender y eso hará aburrido al libro. Es más, si leíste tres libros cortitos en tu vida y tu profe de literatura viene y te dice que tenés que leer “Yo El Supremo”, de Augusto Roa Bastos, vas a entrar en corto a la tercera página.
La obra “La quema de Judas”, de Mario Halley Mora, tiene un vocabulario más sencillo y habla de una vida penosa en búsqueda de redención y “En Tacumbú”, de Raúl Silva Alonso, trata de un hombre y sus experiencias en el conocido lugar de reclusos. Estos relatos son los ideales, si querés comenzar con los libros nacionales, sin enredarte en palabras que no conocés.
Los temas y los enfoques de autores nacionales son muchísimos y, si no te atraen, tenés que darles la oportunidad, pues al menos alguno te llamará la atención. Mientras te relatan los lugares más recónditos o mas conocidos del país, nuestros escritores con sus buenas y malas experiencias te harán ver un reflejo de humanidad y una luz de realidad social que, de a poco, te puede llevar a amar la cultura del país, además de encontrarte contigo mismo.
Por Eliseo Báez (16 años)