Enterarte del nuevo novio de una modelo, las infidelidades de estrellas de TV y críticas de vestuarios en pasarelas son algunas de las picantes noticias que no faltan en los programas de farándula. Sin embargo, las mujeres con sobrepeso fueron el blanco de las molestas críticas del joven panelista Ronald Fariña, la semana pasada.
Insultar a una persona porque está con kilos de más era una de las típicas bromas de nuestra infancia, cuando, en un inocente chiste, las burlas sobre el aspecto físico de alguien hacían estallar de risa a los pequeños.
Al parecer, el panelista Ronald no superó aquella etapa tras criticar en un programa de TV la participación de mujeres con sobrepeso en formatos televisivos veraniegos. “Ya sé qué papel pueden tomar dentro de un programa de verano: ser la ballena. ¡Qué desagradable! Imaginate una ballena con bikini... Señores productores, ni se les ocurra contratar a gorditas en programas veraniegos”, fueron algunas de sus inusitadas declaraciones.
Con poca fortuna, sus compañeras panelistas trataron de convencer al joven sobre sus equivocadas reflexiones; no obstante, el farandulero seguía defendiendo su postura a capa y espada.
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Todo fue resultado de la opinión de la actual Miss Gordita Paraguay, Laura Ramírez, quien manifestó su deseo de conducir un programa veraniego. Las declaraciones de Ronald se viralizaron en las redes sociales y los internautas insultaron al joven con comentarios subidos de tono.
¿Aires de grandeza, mala fe o un simple descuido? Cualquiera de estas razones no justifican en absoluto las tristes expresiones del panelista que parecían salidas de un grupo de chisme del WhatsApp. Una frase atribuida al guionista y director de cine italiano, Federico Fellini, señala: “La televisión es el espejo donde se refleja la derrota de todo nuestro sistema cultural”.
Los programas faranduleros son formatos muy consumidos por los espectadores de nuestra sociedad; no obstante, en estos tiempos, son muchos los que califican la televisión local de “basura”, por lo que optan por medios extranjeros y plataformas como el popular Netflix.
No tiene sentido que la lucha contra la discriminación se esconda únicamente tras la bandera arcoíris de los homosexuales, ¿y las personas con discapacidad visual o los que padecen de obesidad? Al parecer, uno es retrógrado si no está de acuerdo con lo primero y le da igual lo segundo.
Esperemos que este joven haya aprendido la lección, aunque, lastimosamente, los medios de comunicación son escenarios en donde los errores personales se viralizan. Teniendo en cuenta las vulgaridades de los periodistas en el Mundial de Rusia, este año deja lamentables anécdotas de cómo los papelones nos hacen apagar el televisor.
Por Víctor Martínez (19 años)