Cuando llega el 14 de febrero, los jóvenes que están sin pareja sienten que no encajan con la celebración, por lo que desean que el día pase volando. Hablar de amor siempre se relaciona con el romance que surge entre dos personas que suspiran la una por la otra. Pero, ¿por qué limitar un sentimiento tan hermoso solamente a esta fecha sanvalentiniana?
Ver a tu mamá cocinando para vos y sentir que se te hincha el pecho de emoción por tenerla a tu lado, es amor; vibrar de ternura cuando tu mascota te mima y te mira con los ojos llenos de admiración, es amor; ser feliz por el simple hecho de trabajar en lo que te gusta, es amor. ¿Te pusiste a pensar que un sentimiento tan grande lo podés experimentar de distintas formas y todos los días?
El amor te envuelve, te fortalece y te protege; no hay arma más poderosa contra el odio que abrir tu corazón y dejar que fluya la potente energía del cariño más puro y sincero. Nunca te calles un “te amo” ni dejes de ponerle sentimiento a todo lo que hacés, porque las recetas más exitosas son las que incluyen al amor entre sus ingredientes.
El mundo está infectado de odio y resentimiento; nos basta con ver las noticias para darnos cuenta de que las personas se matan entre sí por diferencias políticas, religiosas y hasta de género. Guerras y persecusiones están a la orden del día y tal parece que no hay forma de parar con la sed de poder que tienen unos y las ganas de venganza que poseen otros.
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Es utópico pensar que de la noche a la mañana todos los males de la humanidad van a acabar, pero podríamos empezar siguiendo el consejo que nos dejó San Agustín hace varios siglos: “Ama y haz lo que quieras”. En realidad, no es tan fácil como parece, porque hay muchas ocasiones en las que nos ganan sentimientos negativos como la envidia, el egoísmo o la soberbia. Sin embargo, mientras más experimentemos el amor y, además de compartirlo con los otros, lo usemos como condimento para todas las cosas que hacemos, sentiremos el corazón contento y satisfecho.
Date cuenta de que tenés mucho amor para ofrecer; así que no te guardes nada para vos y decile a tu pareja, a tus padres y a todos los que te rodean cuánto te importan. Sonreí, bailá, disfrutá del sol y de la lluvia, del frío y del calor, mirá a las estrellas y sentí cómo te envuelve el amor por todo lo que el mundo te ofrece gratuitamente.
Si tirás el búmeran del amor, este volverá a vos con más fuerza de la que tenía al momento de ser lanzado. No lo olvides: si querés ser feliz, simplemente amá.
Por Viviana Cáceres (19 años)