Las remeras personalizadas reflejan las características de la gente

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Parece difícil ser un joven estudiante responsable y, al mismo tiempo, administrar una tienda propia. Angie Noguera (20) es una emprendedora que elabora y vende remeras personalizadas. Al principio solo fue un pasatiempo, ahora ya es su negocio.

¿Quién no sueña con ser su propio jefe? Tener un negocio es el anhelo de muchos o, quizás, de todos, ya que a casi nadie le gusta soportar trabajos con cargas horarias pesadas en el cual uno no siempre hace lo que le apasiona.

Angie es una joven que se dedica a la elaboración y venta de remeras personalizadas. Inició este emprendimiento en noviembre de 2015 y, ahora, su negocio ya está cumpliendo un año. “Siempre me gustó lo que es pintar y dibujar. Solía ver videos tutoriales en internet y así empecé esta actividad”, expresa.

Apoyo, no solo económico, es lo que uno necesita para empezar un emprendimiento. La joven dice que sus padres están contentos con su trabajo y que, en algunos casos, hasta asombrados. “A papá y a mamá les gusta mucho lo que hago. Siempre se sorprenden por cada diseño que logro hacer, porque algunas veces son muy extraños los dibujos que me piden”, relata Angie.

Según la joven, los pedidos que más hacen sus clientes suelen ser remeras de bandas de músicos. “La mayoría de mis trabajos son de grupos musicales; así también, algunas veces, me piden diseños extraños con diversos motivos”, comenta.

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Asimismo, opina que lo que la motiva a seguir es la satisfacción que tienen sus compradores al ver sus remeras. “Me gusta mucho hacer algo que a la gente le caracteriza, porque los diseños de sus remeras son el reflejo de cada una de esas personas”, manifiesta.

Por otra parte, Angie es estudiante de Contabilidad y su meta a largo plazo es convertir esta microempresa en algo más grande que le pueda ayudar a desenvolverse en su futura profesión. “Al principio, era un pasatiempo, ya que me sirve para desestresarme. Pero, como veo que me ayuda económicamente, me gustaría terminar mi carrera y, dentro de unos años, tener una empresa de serigrafía o algo relacionado con lo que hago”, añade.

El deseo de la emprendedora es que los jóvenes se informen, ya que existe mucho campo laboral y solo es cuestión de buscar con insistencia. “Hoy en día, a través de internet tenés muchas oportunidades. Ves un tutorial o algo así y ya aprendés. A mí, por ejemplo, no me enseñó nadie ni estudié nada, solamente investigando en la red empecé todo esto”, finaliza.

Por Joaquín Tandé (18 años)