Los inconscientes manejan, los demás pagan las consecuencias

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El caso de Édgar Contrera Román (23), el joven que perdió una pierna a causa de haber sido atropellado por un auto, nos deja con la pregunta de por qué un inocente debe pagar las consecuencias que acarrea la inconsciencia de un conductor alcoholizado.

La mañana del domingo, aproximadamente a las 6:30, se produjo un accidente automovilístico ocasionado por el joven Óscar Marcelo Amarilla Montiel (30), que estaba bajo los efectos del alcohol. En la avenida Eusebio Ayala y 1º de Noviembre, perdió el control de su BMW y atropelló violentamente al motociclista que estaba estacionado en la vereda, charlando con un amigo que se salvó porque vio venir el vehículo y corrió.

El joven responsable del accidente no solamente está imputado por exposición al peligro en el tránsito terrestre, sino también por lesión grave, ya que dejó al accidentado sin una pierna, además de otras lesiones. En 2010 ya había protagonizado un caso similar, pero sin ninguna víctima fatal.

¿Pensás que debe ocurrir un hecho grave para que la fiscalía tome cartas en el asunto? A pesar de las irregularidades que tenemos en el país, todos debemos tomar conciencia de que la cervecita no lleva a buen camino y peor si sos el chofer de un automóvil. Ni aunque seas un amigo cercano de Juan Pablo Cartes, hijo del presidente de la República, te vas a salvar de las consecuencias que puede producir el exceso de velocidad en combinación con las bebidas alcohólicas.

Es importante el respeto a tu vida y a la de los demás. La vida de Édgar era muy sacrificada: trabajaba como guardia de seguridad en una estación de servicios para poder mantener a su familia, ya que era el único sostén y, a causa del imprevisto accidente, perdió una pierna mientras que la otra fue operada y está usando platino. “Tenemos una niña de 40 días”, informa Nilda Mendoza, esposa del motociclista accidentado.

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Debería haber una penalización bastante dura para las personas que manejan en estado etílico, ya que se sabe que no se debe estar al mando de un móvil cuando alguien está borracho, pero son muchísimas las personas que no cumplen esta regla ni les importa poner en riesgo la vida de los demás.

El exceso de velocidad en una zona urbana también debería tener una sanción, ya que es una de las principales causas de accidentes en las carreteras y en las avenidas de las ciudades. Hay conductores irresponsables que, inclusive, además de volar como el viento, pueden hacer volar la vida de inocentes.

Acordate de que cuando vas a salir a farrear o a festejar algún acontecimiento importante debés tomar las debidas precauciones y, si vas a manejar, no tomes bebidas alcohólicas, porque si lo hacés podés perder tu vida u ocasionar un grave accidente que puede afectar a otras personas inocentes.

Por José Peralta (18 años)