Seguramente, cuando eras chico te gustaba mirar los mapamundis y comparar el tamaño del Paraguay con el de otros países; te asombrabas por lo gigante que es Rusia y te preguntabas cómo pueden existir mil millones de personas en un país medianamente grande como la India.
El mapamundi más aceptado en la actualidad es el de Gerardus Mercator, un cartógrafo europeo del siglo XVI. El mapa creado por Mercator es utilizado todavía y, en los últimos años, ha sufrido múltiples críticas, ya que mucha gente considera que dicho plano sobredimensiona el continente europeo, haciéndolo ver más grande de lo que es en realidad.
En verdad, los mapas creados en aquella época servían para que los navegantes del Viejo Continente puedan trazar los trayectos de sus expediciones. Es por ello que existen múltiples imperfecciones en los planos que nos mostraban en la escuela o el cole.
El año pasado, un artista y arquitecto japonés de nombre Hajime Narukawa logró proyectar las dimensiones de la Tierra de forma casi perfecta utilizando una simple técnica nipona: el origami. El mapa ideado por el asiático cambia rotundamente los planos con los cuales estudiábamos en el colegio, ya que Sudamérica se coloca a la derecha y Europa se ve mucho más chica de lo que, históricamente, se dice que es.
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Hajime Narukawa ganó el Gran Premio de Diseño, concedido por el Instituto Japonés de Promoción del Diseño, uno de los logros más prestigiosos que se conceden a los diseñadores japoneses. Por ende, el mapa de Narukawa es, hoy por hoy, considerado por muchos cartógrafos como el más exacto.
En realidad, no podemos tener la certeza de cómo es realmente nuestro globo terráqueo. No sabemos si el Norte se encuentra realmente en el Norte, ya que el universo no tiene techo ni piso. Es difícil conocer con exactitud algo que no hemos visto con nuestros propios ojos; por eso, seguiremos preguntándonos: ¿Cómo es la Tierra?, ¿Paraguay se encuentra realmente en el hemisferio sur? o ¿vivimos sobre una farsa?
Por Brian Cáceres Verón (18 años)