Mientras unos se esfuerzan, otros desaprovechan oportunidades

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El joven deportista se despierta temprano para ir a entrenar y deja de lado las salidas nocturnas. Mientras, un jugador profesional y de un club prestigioso se toma el lujo de salir de farra y se involucra en un accidente de tránsito a la madrugada.

Un conocido futbolista del Club Cerro Porteño y su acompañante fueron protagonistas de un accidente de tránsito en horas de la madrugada. Y uno se pregunta: ¿Qué hacía un jugador fuera de su casa en ese horario si debía entrenar horas después? Es también la misma pregunta que todos nos realizamos cuando Salvador Cabañas fue baleado en un bar de la ciudad de México.

Y como dijo el presidente azulgrana: “No es normal estar en la calle a esa hora”. Es lógico que un jugador que entrena por la mañana, debería estar en su quinto sueño a las 4 AM. Sin embargo, “Pilsencio”, como muchos llaman a este personaje, se encontraba “paseando” por las avenidas.

Este hecho no solamente causó disgustos en la comisión directiva y el cuerpo técnico del club, sino también en los hinchas azulgranas, quienes en las redes sociales realizaron diversas críticas. Por otro lado, los compañeros de equipo, luego de la práctica, llamaron al mediocampista, quien dijo que iría por la tarde a entrenar, lo que tampoco sucedió, pues recién se presentó al día siguiente.

Ser futbolista no solamente es correr detrás de una pelota y romper redes, va mucho más allá; son horas de entrenamiento, disciplina y mucho esfuerzo. Ser un buen deportista implica dejar de lado las fiestas y las bebidas alcohólicas, porque uno se siente comprometido con lo que le gusta y sabe que debe despertarse temprano para ir a realizar actividades físicas. El que realmente desea ser un buen profesional, debe demostrar interés dentro y fuera de la cancha.

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Existen miles de jóvenes deportistas muy talentosos, que sueñan con tener un lugarcito en algún club de primera. Muchos vienen del interior, dejando a sus familiares y día a día se esfuerzan para alcanzar su objetivo, pero también hay personas que tienen magníficas oportunidades y no las aprovechan. Esperemos que algún día, los que se esmeran sean vistos y puedan demostrar todo el potencial que poseen, sin tener que defraudar a nadie con sus acciones.

Por: Valeria Candia (19 años)