Muchas veces, la insensibilidad humana sobrepasa las barreras de la moral, la dignidad y hasta del respeto hacia los muertos. En la era de las redes sociales, en la cual todo tipo de materiales se envía sin ser filtrado, es casi imposible no encontrarse con contenidos desagradables e incluso macabros.
Lastimosamente, a través de la historia, uno puede notar que los humanos tenemos una atracción hacia el morbo, la cual debe ser rechazada. La matanza de un toro en el rodeo, los asesinatos de criminales y cristianos que llevaban a todo el pueblo romano al coliseo, entre otros casos, son las muestras de que muchas personas, al pasar los siglos, conservan un pequeño gusto por lo macabro.
Hace pocos días, sucedió el peor amotinamiento de presos en la historia penitenciaria de nuestra nación, en San Pedro del Ycuamandyyú. Al respecto, para que nos enteremos de la violencia descomunal que puede existir, no hacía falta que la gente comparta imágenes y videos de los cadáveres de los reclusos decapitados y otros crudamente calcinados, sin ningún tipo de selección previa de las fotografías.
Obviamente, esta no es la primera vez que se esparce esta clase de material. Por ejemplo, hace 15 años, cuando un voraz incendio consumió el supermecado Ycua Bolaños y se llevó consigo la vida de unas 400 personas, también se divulgó por los medios este tipo de contenido. Sin embargo, hace más de una década, las imágenes no se viralizaban tan rápido como ahora, que cualquier niño o niña puede toparse con un video o una foto que afecte su sensibilidad.
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Por otra parte, el morbo no se queda contento con la raza humana pues, en Instagram ya se han encontrado páginas con fotos de perritos enfermos y gatitos malheridos. Los administradores de tales cuentas se basan en su anonimato para publicar imágenes que no tienen ningún sentido moral y, simplemente, pretenden perturbar, jugando con la integridad de los animales.
WhatsApp, Facebook e Instagram son las aplicaciones favoritas para compartir lo que se nos venga a la cabeza, pero, si de morbo hablamos, las redes sociales deben tomar medidas más duras con respecto al contenido poco ético que se sube. Si un pariente fallece en un accidente de tránsito o si enfrentamos un escándalo familiar, no nos gustaría que se divulguen imágenes del hecho por toda la web, ¿verdad?
No olvides que sos cómplice del morbo al compartir y no denunciar el contenido inadecuado que encontrás en las redes sociales. Por tanto, si hiciéramos un poco de esfuerzo por erradicar lo malo que se divulga, contaríamos con redes sociales más sanas y nos enfocaríamos en las cuestiones que sí valen la pena.
Por Eliseo Báez (16 años)