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Muchos dicen que, cuando te proponés un objetivo, es muy fácil llegar a esa meta. Pero, a veces, son solo palabras de alguien que lo ha logrado por el camino más sencillo o simplemente no lo ha intentado.
Durante el recorrido de la vida habrá muchos obstáculos que te impedirán obtener eso que tanto anhelás. Entre esas dificultades se puede mencionar el alcohol, el cual, en la mayoría de los casos, es el factor principal. Los jóvenes se dejan llevar por el vicio y renuncian a sus ideales. Asimismo, pensar que no podés lograr lo que te proponés es un error fundamental a la hora de intentarlo.
Horas whatsappeando, mucho tiempo frente al Facebook y llamadas de amigos que solo te cuentan chismes son algunas distracciones que, a veces, no limitás. Apartar estos obstáculos y poner dedicación y empeño en tus propósitos será un gran avance.
Por otro lado, según Luis Huete, catedrático español, para cumplir los sueños es necesario conocerse a uno mismo, pero también planificar y cultivar una serie de disciplinas de autoliderazgo. No es imprescindible que te apresures para lograrlo, es mejor que empieces de a poco, paso a paso y, a medida que lo vas realizando, disfrutrar del recorrido que te tomará hasta convertir tu meta en una realidad.
Debés poseer un objetivo fijo para mantenerte motivado y que nada te induzca a rendirte. “Persevera y triunfarás” es una frase que se debería aplicar para poder culminar lo deseado, aunque muchas veces estés cansado de batallar tanto y de que tus metas ya te parezcan inalcanzables. Tenés que conservar un pensamiento asegurado, porque una persona solo lucha por algo que en verdad quiere obtener.
“Los sueños son nuestras posibilidades y los deseos aligeran el esfuerzo para conseguirlos”, nos recuerda el profesor Huete. Así que, no esperes mucho para proponerte un objetivo porque en el proceso obtendrás beneficios que serán el resultado de tu esfuerzo. Nadie dice que sería fácil, pero, ¿por qué no empezar ya, ahora, lo que estás queriendo lograr?
Por Yanina Sosa (16 años)