Observar estrellas: afición que despierta interés por la inmensidad del cosmos

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Admirar las estrellas titilantes y apreciar las Siete Cabrillas caminando en el cielo pueden despertar tu fascinación hacia el universo infinito. Muchos compatriotas aumentan sus conocimientos astronómicos a través de la observación del firmamento.

El cosmos siempre ha despertado gran curiosidad, atrapándonos desde la infancia en su inmenso misterio. Si tus abuelos se perdían en la oscuridad de la noche, se dejaban guiar por la Estrella del Norte; a su vez, cuando Venus se alzaba en el cielo del amanecer, no faltaba el comentario: “allá está Lucerito Alba”.

En nuestro país no existe una carrera universitaria que se dedique exclusivamente a los estudios astronómicos, pero hay aficionados que se reúnen para compartir su curiosidad por las galaxias y constelaciones. En Asunción se encuentran el Club de Astronomía del Paraguay, el Centro Paraguayo de Informaciones Astronómicas y la Sociedad de Estudios Astronómicos; también se crearon grupos afines en Ciudad del Este, Encarnación, Caaguazú y Coronel Oviedo.

No es necesario poseer equipamiento sofisticado para practicar la observación de las estrellas por afición; solo se requiere un ojo atento, mucha paciencia y un lugar alejado de la polución lumínica. Otra opción consiste en acudir a la Facultad Politécnica de la UNA que abre su observatorio astronómico al público los martes y viernes, de 17:30 a 21:00.

Por su parte, el Centro de Interpretación Astronómica Buenaventura Suarez, situado en San Cosme y Damián, posee salas donde se recrea un agujero negro en forma de tobogán y diversos fenómenos del espacio para atraer la atención de los visitantes hacia las maravillas de los astros. Además, el lugar cuenta con una sala de proyección donde se muestra cómo se verían las estrellas y los planetas sin la polución atmosférica.

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No obstante, si se quiere llevar la afición un escalón más arriba, los costos se elevan. Los amantes de la astronomía utilizan binoculares para aumentar la calidad de las imágenes percibidas; normalmente, estos aparatos rondan los G. 300.000. Si se desea realizar observaciones con mayor nitidez, los telescopios son ideales, pero demandan alrededor de tres millones de guaraníes.

Durante la estación fría se pueden observar con mayor claridad un gran número de cúmulos abiertos, que son agrupaciones de estrellas jóvenes y, a su vez, cúmulos globulares, que organizan un conjunto de astros más viejos.

Según Félix Piriyu, integrante del grupo Astronomía Paraguay, uno de los atractivos del cielo invernal es la Luna, pues se la puede ver desde cualquier parte y a casi a toda hora. "En condiciones normales, es recomendable observar nuestro satélite durante las fases de cuarto creciente y cuando está menguando, ya que la Luna llena brilla mucho y no deja ver la variedad de detalles de su superficie", recomienda.

Existen varios descubrimientos de admiradores del firmamento; tal es el caso de la cicatriz de Júpiter, hallada en el 2009 por un aficionado, desde el patio de su casa. Y vos, ¿te animás a ser como este astrónomo amateur para, así, navegar en el mundo de curiosidades que albergan las galaxias y constelaciones?

Por Belén Cuevas (17 años)