Otro fracaso albirrojo a la vista y decimos chau al frío de Rusia

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Se fue otro combo de las eliminatorias para el Mundial de Rusia 2018 y nuestra selección está cada vez más lejos del frío ruso. Paraguay perdió frente a dos de los peores equipos del torneo y la gente se pregunta: ¿Qué está pasando con la Albirroja?

La semana pasada se armó una fiesta en el Defensores del Chaco: además de jugar frente a un rival “accesible” como Perú, era la despedida de la selección del ídolo Roque Santa Cruz. El recibimiento fue con mosaico incluido y la gente esperaba ir a casa con una sonrisa de punta a punta. El partido fue una tragedia, puesto que el equipo incaico nos goleó a domicilio 4 a 1.

Los menos confiados decían que la selección ya no tenía posibilidades de ir a Rusia, pero había gente que tenía fe en conseguir una victoria en La Paz, el martes pasado. Lo cierto es que la Albirró desperdició muchas oportunidades de gol en ese partido y, finalmente, Bolivia se llevó la victoria y robó la ilusión de todo el pueblo paraguayo.

Las redes sociales fueron el epicentro de las críticas a los jugadores, dirigentes y, especialmente, al entrenador Francisco “Chiqui” Arce. La gente señalaba que el equipo jugaba sin alma y que el técnico hacía los cambios de una manera incorrecta. “¿Qué le pasa a la Albirroja?”, se preguntaba la mayoría.

Nuestra selección tiene demasiados buenos jugadores que pueden llevar al equipo por los hombros y conseguir buenos resultados en todos los partidos. Eso ya lo demostraron logrando victorias frente a Chile y a la Argentina. Parece que, al ganar a rivales poderosos, se suben los humos de algunos futbolistas, quienes ya no rinden correctamente en los siguientes juegos.

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Así también, el Chiqui Arce es la cabeza del grupo y, por ende, no está ajeno a este pésimo momento que vive la selección. En cada partido, Chiqui realiza los cambios faltando 15 minutos para el final, lo que no da mucho tiempo para que los futbolistas que están frescos puedan cambiar el rumbo del juego.

El pueblo paraguayo aún no puede borrar de la mente la pésima campaña que se hizo en las Eliminatorias para Brasil 2014. La desconfianza sigue latente y la selección paraguaya solo aumenta esa desconfianza existente. Lo ideal no sería cambiar de técnico después de seis juegos, puesto que el DT no entra a jugar. Son los jugadores quienen deben poner más garra y disputar los partidos por el amor a la Albirroja y al aficionado.

El próximo combo será en marzo y la Albirroja va a encararlo con posibilidades matemáticas, pero sin la confianza de su gente. Faltar a una cita mundialista por segunda ocasión consecutiva significaría un duro golpe para el aficionado y para el futbolista paraguayo. Nos acostumbramos a tener un equipo aguerrido que nos llevaba a los mundiales; hoy tenemos una selección con excelentes jugadores, pero que no tiene espíritu ni la famosa “garra guaraní”.

Por Brian Cáceres Verón (17 años)