El calor es cada vez más insoportable y, en cualquier lugar, sentís que te vas derritiendo poco a poco. Los incesantes cortes de energía empeoran la situación y para quienes están sin luz, hace semanas, todo se vuelve muy difícil.
Con el fin de mitigar la incómoda sensación térmica, ponés en acción un montón de técnicas, acompañadas de artilugios: usás un paño húmedo sobre los hombros o la cabeza, tenés como aliado a tu tereré bien frío y te refrescás con la clásica pantalla de karanda'y que siempre puede disminuir tu hartazgo veraniego.
Por otro lado, ¿nunca te planteaste otras opciones para ponerle fin al calor de todos los días o cambiar tu fuente de energía? Una modalidad que va sumando más adeptos son los populares paneles solares que producen la electricidad necesaria en el hogar; mediante estos dispositivos, los apagones no afectan las actividades cotidianas de las personas.
Los paneles consisten en módulos fotovoltaicos que dan electricidad a partir de la luz solar; se colocan habitualmente en el techo de la casa y su impacto para el medio ambiente es muy positivo, pues crean energía propia y evitan el uso de combustibles fósiles. Si se te cruzó por la mente qué pasa cuando nuestro clima bipolar nos regala un día nublado, no te preocupes, pues no afecta en nada a los paneles porque estos tienen una batería que permite almacenar la energía para utilizarla en casos de apagones o inclemencias del tiempo.
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Por otra parte, el costo de dichos módulos podría no ser preferiblemente económico; la inversión promedio para montar en la vivienda todo un sistema de distribución a base de energía solar es aproximadamente de G. 25.000.000. El precio varía, dependiendo de la cantidad de paneles a instalar y los electrodomésticos a los que uno desea proveer energía.
En nuestro país ya empezaron a implementar los paneles solares: la autopista Ñu Guasu cuenta con alumbrados led y fueron instalados a lo largo del trayecto entre Asunción y Luque. Además, en la localidad chaqueña de Mayor Pablo Lagerenza se equipó una planta de energía con el mencionado sistema de iluminación, para dejar atrás sus casi eternas horas a oscuras.
Muchas opciones pueden volverse plausibles para evitar ser otra víctima de la falta de luz, que obliga a mantenernos en una especie de caverna, esperando pacientemente el milagro de, al menos, unas horas con electricidad; pero no te dejes abatir cuando la posibilidad de tener otra fuente de energía puede satisfacer tu expectativa.
Por Macarena Duarte (17 años)