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La semana pasada se registró la muerte de una mujer a manos de su marido en la localidad de Santa Rosa del Aguaray. Aunque la pareja contrajo matrimonio hace solo dos meses, ambos venían atravesando por varios problemas. Como consecuencia, el hombre abandonó la casa, pero, al regresar, decidió dar un final trágico a lo que debería ser la continuación de la luna de miel.
#NiUnaMenos es el clamor contra la violencia de género a nivel internacional. Se inició con el Paro de Mujeres en Argentina que, por cierto, surgió como repudio al crimen de la adolescente de 16 años Lucía Perez.
La gota que colmó el vaso de miles de mujeres fueron los diferentes asesinatos que ocurrieron por el simple hecho de pertenecer al “sexo débil”. Esta iniciativa va encabezada principalmente por las chicas, aunque algunos hombres también apoyan la causa.
El “miércoles negro” fue el acontecimiento nacional que tuvo lugar en el Panteón de los Héroes. Los participantes asistieron vestidos con prendas oscuras a dar su voz de protesta contra la violencia machista. La iniciativa no quedó ahí, ya que el 24 de noviembre se pretende hacer una vigilia creativa en el centro cultural Juan de Salazar conmemorando el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
No obstante, existen millones de señoritas que a diario sufren violencia, pero no son capaces de presentar denuncias por miedo a represalias. En estos casos, los testigos son piezas claves, pues ellos pueden ser los héroes al tener las agallas y denunciar los abusos. Así que, si conocés a alguien que sufre maltratos, acercate a esa persona, pues quizá necesite un empujoncito para tener el coraje y así dejar atrás el sufrimiento.
Regresar caminando a casa siendo mujeres no debería llamar la atención, pues se supone que es un acto de libertad y no de valentía como hoy día lo es. Para decir ni una menos, a los celos no denominemos como muestras de amor. Seamos el grito de las que ya no tienen voz. Ayudémonos entre todas para exigir que se respeten nuestros derechos, ya que #VivasNosQueremos más.
Por Rocío Ríos (18 años)