Si 32 millones no le alcanzan a un parlamentario, ¿qué queda para los “comunes”?

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Entre la luz, el agua, el pasaje y la comida, tu dinero se va más rápido que el raudal de Gral. Santos. Mientras vos estirás tu salario como chicle, para que alcance hasta fin de mes, Carlos Filizzola dice que su sueldo de 32 millones no es suficiente.

El salario mínimo vigente consiste en G. 2.112.562 que equivalen a unos G. 70.000 por día. Dicha suma parece un chiste, algo que podría gastarse en un abrir y cerrar de ojos; por ello, resulta sorprendente que la remuneración mínima alcance para un mes.

Hace unos días, el senador Paraguayo Cubas, perteneciente al movimiento Cruzada Nacional, presentó un polémico proyecto de ley que propone bajar el salario de los parlamentarios a G. 10.000.000 y eliminar las jubilaciones de privilegio.

Mientras los parlamentarios perciben alrededor de G. 32.000.000, el 50% de nuestra población, según el economista Luis Rojas, sobrevive con menos del sueldo mínimo. Se podría decir que un smartphone de alta gama demanda mucho más dinero que la remuneración mensual.

Sencillar tu último cien mil es verlo evaporarse rápidamente entre los pequeños, pero numerosos, gastos cotidianos y necesidades básicas. El transporte público consume una parte considerable del dinero, pues muchas personas pagan cuatro pasajes al día y, para colmo, en ciertos horarios de la mañana y la noche, solo hay colectivos diferenciales que van agujereando los bolsillos de los ciudadanos.

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Ciertamente, una de las maneras de aminorar los gastos del mes es comer en casa o llevar la vianda al trabajo; sin embargo, no todos tienen esta posibilidad. El horario y la distancia obligan a muchos a calmar el hambre cerca del lugar laboral, pues viven solos y no tienen tiempo para cocinar. Entonces, necesariamente deben comprarse el almuerzo y, en la mayoría de los casos, también la cena.

Contando todo lo anterior, podría suponerse que el gasto es de G. 60.000 por día, pero las personas también se enferman, deben vestirse y pagar luz, agua o alquiler. En fin, la suma se eleva cada vez más. Por otra parte, existen familias con varios miembros que deben sobrevivir con esos escasos dos millones de guaraníes, ya que, muchas veces, solo trabaja uno de los integrantes.

Diez millones al mes son un sueño casi irrealizable para muchos paraguayos que perciben a duras penas la quinta parte de ese monto. Sin embargo, un pequeñísimo grupo de ciudadanos considera que es difícil vivir con diez “palos” mensuales. ¿Quién puede ser tan egoísta como para pensar así? Obviamente, los parlamentarios constituyen la respuesta.

Si el senador Carlos Filizzola no puede llegar a fin de mes con su actual paga de 32 millones, ¿qué será de las familias que perciben menos del sueldo mínimo? Uno se pregunta: ¿Qué clase de galletas compran los parlamentarios para que 16 salarios no alcancen?, ¿en serio son de oro sus coquitos?, ¿a cuánto ascenderá el sueldo de la niñera de sus hijos?

Por Belén Cuevas (16 años)