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Llegó diciembre y la ilusión de emprender viajes, aventuras y, por sobre todo, diversión, se expande en la mente de mucha gente, ya que fin de año es tiempo de aguinaldo, vacaciones y fiestas. Como hay familias que acostumbran viajar cada año, otras no tienen el mismo hábito, pues su situación económica solo da para zambullirse en Chololó y no en un mar brasileño o caribeño.
Dos meses y piquito son el tiempo aproximado que los jóvenes estudiantes del colegio tienen en sus vacaciones, pero, como en muchos casos, algunos no saben qué hacer para gastar el tiempo libre en buenas actividades. Estar tekorei las 24 horas del día, levantarse al mediodía de lunes a lunes o ver series a cada rato son solo algunos hábitos flojos que parecen ser los preferidos de muchos chicos.
El paso número uno para liberarte de la pereza consiste en mentalizarte y hacerte la pregunta: “¿Qué realmente quiero y necesito hacer?”. Seguro, a principio de año, te propusiste bajar de peso para llegar top al verano, pero ya estamos en la cálida estación y te ves como Peppa Pig a sus 40 años; entonces, esta es la oportunidad para llenar la batería mental y, por lo menos, salir a caminar todas las tardes, mientras respirás otros aires que no son exactamente los de tu pieza.
Idear planes para dar marcha a una iniciativa también es una opción para llevar a cabo con tus amigos. Por ejemplo, existen grupos juveniles que se reúnen con el fin de organizar actividades benéficas para ayudar a los más necesitados y brindar un poco de diversión y alegría a personas que están viviendo situaciones complicadas.
Ah, pero si formás parte del equipo febrerista colegial, olvidate de los videojuegos y de las noches ebrias, ya que no hay otra opción que remar y remar a fin de pasar esas materias que dejaste para febrero. Así también, muchos jóvenes egresados del tercero de la media tienen como prioridad ingresar a la facu y eso significa que las fiestas nocturnas no deben estar en primer lugar.
Que la expresión “sin dinero no puedo hacer nada en estas vacaciones” no sea tu excusa para no disfrutar con buenas actividades en estos dos meses de recreo. Así que, si tenés planes que se pueden llevar a cabo sin dinero, ponelos en práctica en este verano.
Por Ezequiel Alegre (18 años)