¿Alguna vez pensaste en aprender algún deporte, pero los tradicionales como fútbol, hándbol y voley no llenan tus expectativas o simplemente no llaman tu atención? Esta es la oportunidad perfecta para adentrarte a una modalidad poco conocida como el squash.
Este deporte, practicado de forma amateur en nuestro país, es considerado uno de los más completos y, además, puede fusionar toda la diversión y la actividad física en un solo encuentro.
A diferencia de lo que muchos creen, el squash es más que tener una raqueta en la mano y golpear una pelota hacia la pared infinitamente, pues, al igual que los demás deportes, implica un trabajo de calentamiento previo de los músculos principales del cuerpo y, al mismo tiempo, exige atención por parte de los jugadores.
Practicar este deporte también puede brindarte numerosos beneficios para la salud, como la resistencia cardiovascular, flexibilidad y potencia muscular. Asimismo, favorece la coordinación entre los ojos y las manos, además de aumentar la atención y concentración de la persona.
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La Secretaría Nacional de Deportes ofrece clases gratuitas para que las personas interesadas puedan inscribirse y, de esta manera, conozcan de una forma más profunda esta modalidad. Los cursos se realizan los días sábados con la profesora Belén Saavedra.
Los niños de entre seis y 12 años practican de 15:00 a 16:00. Una vez finalizada la clase de los más pequeños, los adolescentes de 13 en adelante se adueñan de la cancha y se van iniciando de a poco en el squash.
Si no contás con los elementos necesarios para jugar, no te preocupes, que eso no es un impedimento. En el lugar te van a prestar las piezas necesarias: una raqueta, los lentes y las pelotitas.
Lo único que necesitás sí o sí para aprender a jugar squash es buena predisposición y muchas ganas. ¡No tengas miedo, nunca es tarde para practicar algún deporte! Y, quién sabe, tal vez el próximo en representar a nuestro país y dejar en alto la bandera paraguaya en una competición internacional seas vos.
Por Fiona Aquino (18 años)