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Cada último sábado de febrero se celebra en nuestro país el Día del Tereré. La tradición de consumir esta bebida refrescante proviene de nuestros antepasados, quienes tomaban la infusión como té frío a base de yerba mate para así saciar la sed. Mediante un proyecto de ley aprobado en el 2011, el tereré es considerado patrimonio cultural y bebida nacional del país.
Después de haber saboreado el famoso tereré rupa, que consiste en un sándwich de empanada o una tortilla con mandioca, es momento de sentarte en tu sillón cable o en la oficina y disfrutar de cada sorbo del tereré hecho con agua, hielo, yerba y, en ocasiones, remedios refrescantes. Esta bebida también contiene algunas reglas que se transmiten de generación en generación: el cebado debe realizarse de derecha a izquierda de manera equitativa y el menor del grupo es el encargado de servir a los mayores.
Un tereré yorador es ideal para tomar los lunes a la media mañana a fin de acabar con la resaca que dejó el fin de semana; la bebida contiene remedios diuréticos, especiales para limpiar el cuerpo del alcohol. El albañil tiene la magia de convertir una botella en una jarra y también en guampa para que se pueda refrescar en el descanso. Así también, están el tereré Cerro Porteño que no contiene remedio yuyo y el de Olimpia que es considerado frío y amargo, pues está hecho con verbena y ajenjo.
Con el fin de aplacar el intenso calor de nuestro país, una ronda de tereré con los amigos o familiares bajo la sombra de algún árbol es ideal. No importa el recipiente que utilices para disfrutar esta bebida tradicional, ya que puede ser una botella cortada por el medio, la jarra de vidrio o el termo forrado en cuero.
El tereré es perfecto para tomarlo cuando hace calor o frío. Por eso, cuando una persona dice que no se refresca con esta bebida, todos la miran con asombro y piensan cómo alguien puede vivir sin un sorbo de tereré que contiene menta’i, kokũ, burrito o batatilla.
Machacar los yuyos refrescantes en el mortero, poner la medida exacta de yerba en la guampa y colocar el agua con hielo en un recipiente son los pasos que realizan todos a la hora de preparar el tereré. Esta bebida identifica al paraguayo; no importan el lugar ni la hora para disfrutarla. Antes de probar el primer sorbo, dejá que tome Santo Tomás y cuando ya estás satisfecho, no te olvides de decir “Gracias” a quien te lo haya servido.
Por Dahiana Galeano (20 años)