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Últimamente, ha surgido una gran cantidad de jóvenes que se inician en el mundo de la animación de fiestas. En su mayoría, estos DJ le ponen el ritmo a las fiestas con géneros como el reguetón o la cumbia, pero también hay quienes optan por la electrónica.
La música electrónica constituye un género muy popular entre algunos grupos juveniles. Gianinna es una joven DJ amante de este estilo musical, según lo confiesa: “Hace dos años empecé como DJ; siempre me dediqué a la música y durante un tiempo estuve en varias bandas de heavy metal; luego me fui inclinando más por la electrónica y el techno”.
La joven relata que empezó a ver videos en YouTube para poder aprender. “Comencé a ensayar yo sola en mi casa con una computadora; actualmente, luego del trabajo, me pongo a buscar músicas, a practicar y ver conciertos”, manifiesta.
Es posible asitir a academias y poder entrenarse para ser DJ, aprendendiendo a mezclar y crear música, pero también tenés la oportunidad de hacerlo solo, a tráves de internet. “Depende de las ganas y la predisposición del interesado”, destaca Gianinna.
A pesar de ser un campo bastante difícil, la joven manifiesta que disfruta los conciertos en gran medida. “Mucha gente no escucha techno o house, hay que esforzarse demasiado, por eso le dedico todo mi tiempo”, explica. Aunque parece sencillo, según Gianinna, a veces, es dificíl mantener al público entretenido porque no está en sintonía con la música.
“Si no vas a tocar cumbia o reguetón en fiestas de 15 o casamientos es complicado, porque a la gente le gusta esos géneros”, comenta la DJ, quien se dedica a tocar solamente música electrónica, específicamente, techno y house.
“Vivir de la electrónica, en nuestro país, es difícil, pero no imposible”, destaca la joven. La artista indica que disfruta de su labor viendo a las personas entretenerse con su música y por eso se divierte mucho en sus conciertos.
La DJ alienta a los jóvenes a dar todo de sí y animándoles a mezclar canciones para entretener. “Hay quienes quieren ser DJ, pero depende de cada uno y las ganas que le pongan; la sensación que tenés al ver al público moviéndose con la música es indescriptible”, concluye.
Por Divina Alarcón (18 años)