Una joya del Caribe hondureño

No existe algo mejor que sumergirse en las transparentes aguas de los mares tropicales e interactuar con un mundo lleno de vida y color. El descanso bajo una palmera bebiendo cócteles en un coco es la imagen estereotipada del placer y la despreocupación.

https://arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/T7UIEBTINJH35HDUSVEO2QFBZA.jpg

Cargando...

Cuando uno escucha la palabra “Caribe”, inmediatamente la asocia con imágenes de islas tropicales, playas de blanca arena, líneas infinitas de palmeras, un intenso mar azul, una puesta de sol entre violeta y anaranjada, muy buena comida, tragos coloridos y mucha diversión. Afortunadamente, muchas de las islas del Caribe cumplen con esta condición, pero muy especialmente una del mar hondureño: Roatán.

La mayor de las Islas de la Bahía, del departamento insular hondureño, se encuentra a 40 kilómetros de las costas continentales y es accesible por mar desde la ciudad de La Ceiba, a través del moderno y veloz ferry Galaxy Wave, que realiza varios viajes durante el día, transportando personas y productos en un lapso de una hora u hora y media, dependiendo de las condiciones del mar. También es accesible vía aérea desde La Ceiba en Honduras, en un vuelo de 15 minutos.

El atractivo de sus playas y la vida nocturna de esta isla la han posicionado notablemente como destino predilecto de cientos de jóvenes estadounidenses que la visitan en las vacaciones de la primavera boreal. También es el destino elegido por muchos europeos, tanto que renombradas líneas aéreas del Viejo Continente realizan vuelos directos desde Milán o Madrid hasta el aeropuerto internacional Juan Manuel Gálvez de Roatán.

Desde hace varios años, diariamente, llegan a la isla cruceros de líneas internacionales para disfrutar de la tranquilidad de sus playas, de sus cálidas y transparentes aguas rodeadas por una barrera coralina, solo superada en extensión por la Gran Barrera Australiana.

Roatán es un destino ideal para ser conocido en familia, como aventurero solitario, para un soñado viaje de recién casados o simplemente para hacer turismo.

En la isla es posible disfrutar de un acuario entre corales a orillas del mar Caribe, nadar y fotografiarse con delfines del centro de estudio de biología marina "Antonhy’s Key", donde estos mamíferos son protegidos y entrenados.

Existen servicios de barcos con fondos de cristal para recorrer el arrecife; por supuesto, se recomienda el buceo de profundidad y es imposible resistirse a la observación de poca profundidad con snorkel y, si llevó unos dólares extra, no dude en realizar un viaje en un submarino con capacidad para 4 a 6 personas, que puede descender hasta 300 metros de profundidad.

Dos playas son las preferidas por los turistas, West End y Half Moon, siendo ambas accesibles por una carretera asfaltada, pero sin dudas que la mayoría prefiere a los pintorescos “taxi water”, una canoa con motor conducida por hábiles “capitanes” locales que recorren a toda velocidad la distancia entre ambas playas, zigzagueando en aguas poco profundas entre los arrecifes. Durante este veloz recorrido no descarte ser perseguido por algún delfín "nariz de botella" o vea pasar bajo el bote a enormes tortugas marinas, quienes hacen del arrecife su hogar ideal.

En los “taxi water”, el precio del viaje lo pagan entre todos los pasajeros y tiene una tarifa fija que no excede los US$ 10 por recorrido.

Todos quienes visitan la isla van en la búsqueda de playas y diversión en el mar y éste brinda generosamente esa posibilidad, pero, además, para cuando se acabe el día o las circunstancias así lo ameriten, un moderno y amplio centro comercial similar a los de las grandes ciudades, así como una activa vida nocturna en los principales centros de población de la isla entregan otras opciones al turista.

En el puerto de French Harbour, la segunda población en importancia, existe un pintoresco restaurante construido sobre unos riscos donde es posible disfrutar de lo mejor de la cocina isleña y sus especialidades de frutos de mar mientras vemos la puesta del sol o escuchamos el sonido del mar estrellándose contras las rocas debajo de nosotros en una terraza con pisos de madera al subir la marea.

Los hoteles “all inclusive” ofrecen, además de sus servicios de primer mundo, shows artísticos donde se rememora la historia de los primeros habitantes de la isla, descendientes de africanos traídos contra su voluntad en el siglo XVIII y abandonados en el lugar tras una revuelta en otra isla de dominio colonial británico.

Así como muchos otros lugares escondidos en el mundo, Roatán es lugar de residencia temporal de gente famosa como Sylvester Stallone, y hasta su trágico fallecimiento en 2010 quien también residía alejada del mundo en una mansión construida en un islote, Sandra Lee Franklyn, integrante de la afamada serie Los Ángeles de Charlie como doble de Jaclyn Smith.

Una carretera asfaltada circunvala toda la isla y muchas personas alquilan un vehículo todoterreno para aventurarse por los senderos internos subiendo las montañas y disfrutando de una vista impresionante del mar Caribe en esta joya hondureña llena de historias de piratas y paisajes más parecidos a un cuadro que a la realidad misma.

El aeropuerto internacional Juan Manuel Gálvez recibe vuelos de diferentes ciudades del mundo y, aunque no exista un vuelo directo desde Asunción, es muy fácil realizar conexiones vía Panamá, El Salvador, Honduras o Miami.

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...