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No será como noches anteriores de Eliminatorias. Será única. El Defensores del Chaco tendrá otro lleno total. Esta vez, al hincha lo acompañarán la emoción, la incertidumbre, el nerviosismo, conociendo que es la última oportunidad a la Copa del Mundo. Nacerán las ganas de tener un televisor enfrente y saber qué pasa en Sao Paulo, como así también en Quito. Pero lo primero siempre es lo primero: Paraguay debe ganar a Venezuela y esperar la mano de Brasil y Ecuador para que la Albirroja asegure un boleto al Mundial de Rusia 2018.
El estadio respiró de los partidos locales para que el campo de juego llegue en condiciones y sea fiel al estilo que propone Francisco Arce. Que no extrañe que el entrenador haya solicitado cómo dejarlo en cuanto al corte. El plantel no entrenó en Sajonia para preservar el estado del césped después de las intensas lluvias que azotaron parte del país. Desde la llegada de Barranquilla trabajó en Ypané y el último entrenamiento lo realizó ayer con trabajos livianos. Con relación al ingreso de los espectadores, el escenario abrirá sus puertas desde las 17:30.