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El jueves 30 de mayo, Robert Rojas alzó la Recopa Sudamericana en un Monumental de Buenos Aires. Vio el partido desde el banco, pero fue parte de la remontada de River Plate y conquistó su primer título fuera del país. Días después, en pleno período de descanso, el defensor continúa trabajando, pero esta vez en una chacra de Peguahomi, distrito de Belén, departamento de Concepción.
Antes que alguna playa o un paisaje paradisíaco, el jugador prefiere acompañar a su padre en el campo durante sus vacaciones. “Me pillaron acá in fraganti en la chacra”, comentó Rojas, entre risas, a ABC TV. “Todas las veces que me tocó venir, vine a la chacra para hacer todo lo que debía hacer en la chacra para ayudarle a mi papá y a mi tío”, expresó el defensor, que estaba vestido como un tradicional paraguayo que labra la tierra.
El marcador, quien fue transferido de Guaraní al Millonario en diciembre, vivió sus primeros seis meses con el equipo que dirige Marcelo Gallardo. Entre la Superliga, la Copa de la Superliga, la Copa Argentina, la Copa Libertadores y la Recopa, el paraguayo disputó 11 partidos y marcó un gol. “Fueron los primeros seis meses muy lindos. Me tocó alzar una copa internacional y es algo inexplicable. Espero poder alzar muchas copas más”, subrayó.
Por último, Rojas habló de la selección paraguaya y de la lista para la Copa América, de la cual quedó fuera porque no integró la nómina de 23 convocados por Eduardo Berizzo. A pesar de no competir en el certamen continental, el zaguero mencionó que la posibilidad de defender la casaca de la Albirroja llegará en algún momento.