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Mucho público asistió al festival, organizado por la Dirección de Cultura y Turismo de la Municipalidad de Asunción. La gente se ubicó en ambas plantas de la plaza. El escenario estuvo en la planta alta, mientras que en la planta alta se habilitó una feria con varias opciones.
El clima agradable de la noche del viernes contribuyó para disfrutar de una jornada de buena música, la cual se inició a las 19:00 con la Jazz Band de la Policía, dirigida por Óscar Barreto. Como cantante invitada actuó Martina Leclercq, quien interpretó temas como “Fly Me to the Moon” y “Chega de saudade”.
Seguidamente, se presento Carlos Schvartzman, tocando piano y no guitarra. Estuvo acompañado de Pepino Rodríguez (saxo), Paula Rodríguez (bajo) y Seba Ramírez (batería). Tocaron temas de Schvartzman, principalmente, entre ellos “Las hojas vivas”, “Password” y el “Blues mañoso”.
Una cálida sorpresa fue el saxofonista peruano Karlhos Misajel, con un sonido alto, limpio y extrovertido. Entre los temas que presentó, algunos estaban basados la música popular peruana como “El alma del valle”, del tecladista Pepe Céspedes.
Luego, el guitarrista José Villamayor, con Chino Corvalán y Seba Ramírez plantearon una onda fusión, con mucho funk y rock, completamente diferente
Otra sorpresa fue el contrabajista paraguayo Nicolás Cañete, que vive en Madrid, y que vino con su banda europea. Jazz contemporáneo teñido con algunos matices africanos.
La primera jornada culminó con Otenon, un grupo conformado especialmente para rendir homenaje al saxofonista Palito Miranda, uno de los pioneros del jazz local y propulsor de eventos como el que se vivió en la Plaza de la Democracia.
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