“La idea del genio renacentista se sintetiza en Ricardo. Hoy podemos decir que se fue el último de los grandes artistas plásticos contemporáneos. Él trabajaba en las plásticas, con pinturas, dibujos, cerámica, madera y en el teatro era actor, vestuarista, escenógrafo, un artista total. Luly Codas siempre decía que el arte paraguayo pendula entre Migliorisi y Colombino. Migliorisi con la ironía, la fantasía y los colores; Colombino con la tragedia, la denuncia y lo profundo. Eran tan diversos, de un extremo a otro. El aporte de Ricardo es una página central del arte moderno y contemporáneo paraguayo. Deja un enorme legado como gestor cultural, una Fundación con valiosas muestras de arte”.