Demetrio Ortiz tuvo una infancia difícil pero creó varias composiciones que hasta hoy siguen siendo interpretadas por cantantes de todo el mundo.
Demetrio Ortiz nació en Piribebuy el 22 de diciembre de 1916, de manera casual ya que sus padres se encontraban en dicha localidad cordillerana. A los tres días retornaron a Asunción y el pequeño fue anotado como asunceno. Vivió en la capital hasta que sus padres se separaron y Demetrio acompañó a su madre hasta Formosa, Argentina. Luego de morir su padre, retornó a Asunción y en esta ciudad tuvo que trabajar siendo aún niño en diversos oficios: lustrabotas, canillita y varios otros más.
Pero era la guitarra lo que más gustaba al pequeño Demetrio e iba a visitar a un vecino que le enseñaba los primeros acordes. A los veinte años integró su primer conjunto.
De 1943 a 1946 integró el Trío Asunceno junto con Ignacio Melgarejo y el arpista Digno García. Juntos viajaron al Brasil realizando actuaciones en varias ciudades. En estos años compone “Mis noches sin ti”, que unos años más tarde firmaría con María Teresa Marquez en la autoría.
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En esos años también realiza una actuación en San Bernardino y conoce a una joven con la que va a pasear a orillas del lago. Fue la única vez que la vio. En 1947, con la guerra civil, viajó a la Argentina integrando el conjunto de Herminio Giménez. Estando en Córdoba compone “Recuerdos de Ypacaraí” recordando a aquella joven de San Bernardino. La letra la puso Zulema de Mirkin, pero la nueva guarania no tuvo una aceptación instantánea. Era considerada “muy abolerada”. Tuvo que grabarla Luis Alberto del Paraná, a comienzos de los 50, para que sea aceptada. Pronto la canción dio la vuelta al mundo en las voces de los intérpretes paraguayos e internacionales que fueron seducidos por su dulce melodía.
Con Ortiz, la guarania ganó una melodía más romántica. Impuso un estilo que fue seguido por varios autores.
Ortiz se afincó en Buenos Aires, donde se casó con la paraguaya Élida Maidana y juntos tendrían una hija: Esperanza, a quien dedicó una de sus más queridas composiciones, “Esperanza mía”.
Demetrio no emprendió viaje a Europa como varios músicos de su generación. Fueron sus creaciones las que viajaron por todo el mundo: “Qué será de ti”, “Tus lágrimas”, “Rohecha jeývo”, “Mitãkuña juky” y tantas otras más.
En los años setenta, en la capital argentina, mantenía un rincón dedicado a la música paraguaya, en pleno centro de Buenos Aires, la peña Ypacaraí, donde enseñó música a varios jóvenes. También se dedicó a la enseñanza de la danza paraguaya.
Falleció el 18 de agosto de 1975.
