Diversión y profesionalismo

Esos actores hoy tienen más de setenta años y siguen trabajando. Y a muchos ya los hemos visto en una nueva clase de comedia a la que llaman “comedia geriátrica”.

Realmente, no es nueva. Jack Lemmon y Walter Matthau (que surgieron en los cincuenta) han protagonizado varias de ellas. En fin, ha habido varios actores ancianos que han realizado varias comedias. Pero ¿quién se imaginaría, en plenos 70, que el mismo actor que haya hecho Sérpico y Michael Corleone actuaría en una comedia varias décadas después, o el que hacía del taxista rapado o de Jake La Motta también. No. Nadie se imaginaba que Al Pacino y Robert De Niro llegarían a viejo. En esas décadas en las que los jóvenes habían tomado mucho protagonismo, solos los Beatles se animaron a hablar de “cuando tengan 64 años”. Dos de ellos, siguen actuando y ya están cerca de los 80.

“Un golpe con estilo” está protagonizado por Allan Arkin, 83 años; Michael Caine (nuestro recordado Alfie), 84 años, y Morgan Freeman, a unos meses de cumplir 80. Ya hicieron de todo. Es hora de reírse, y, sin ningún drama, de sí mismos. La película no presenta sorpresas. Cumple una fórmula, pero logra crear una identificación con el público. Por un lado, está el tema: un anciano que ha sido despojado de su jubilación por el banco y convence a sus amigos para asaltar a la misma firma que le “robó”. Y, por otro lado, las actuaciones del trío que ponen profesionalismo en lo que hacen, pero lo hacen de una manera relajada. Es como si se hubiesen divertido durante el rodaje, y eso se siente desde la butaca.

El filme es realmente una remake de una película titulada de la misma forma y protagonizada por George Burns, Art Cartney y Lee Strasberg (sí, el mismo maestro de James Dean y Hyman Roth en “El Padrino II”). Después de ver la nueva película, dirigida por Zach Braff, dan ganas de buscar en internet aquella producción de 1979.

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