Divertida comedia sube a escena en Casa Mayor

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Con un elenco integrado por Maricha Olitte, Gaby Cañete, Jazmín Romero, Diana Frutos, Javier Lacognata y Manu Meza, la obra teatral “Tacones salvajes” sube a escena mañana y el sábado, a las 21:00.

Será en la sala Arnaldo André, del espacio Casa Mayor (Malutín N° 263 c/ Guido Spano).

La obra teatral “Tacones salvajes”, escrita y dirigida por Patricia Reyna junto con Juan Carlos Cañete, comprende música, stand up, baile, humor y alegría.

La coreografía está a cargo de Patilu Giangreco, y los arreglos musicales son de César Dacosta.

Se trata de una comedia en la que se bordean los límites de varios estilos teatrales.

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Los personajes de esta propuesta son cuatro mujeres delirantes y divertidas que lo apostarán todo por resultar vencedoras de un concurso que va más allá de obtener un triunfo solo por su talento artístico, sino que cada una se enfrentará, y finalmente vencerá, a sus propios miedos: la rutina, el hartazgo, la inconformidad, las limitaciones y la falta de amor.

Bianca, Gala, Daniela y Margarita, las personajes, no se deprimen ante las adversidades, sino más bien cada una se toma la vida con el mejor humor, exorcizando los dramas y sobreviviendo de la mejor manera posible dentro de su entorno.

Un presentador y un mozo apasionado completan la media docena de personajes que dan vida a este espectáculo multidisciplinario.

En el ensayo, la traviesa Margarita dejó entrever una parte de su picaresca presencia en escena. “Me acuerdo una vez que era el cumple del karai intendente, y así nomás, de ondaite, se armó un guyryry, farraco, y al ballet municipal le faltaba una bailarina porque reciencito se había operado la Zulma. ¿A quien llamaron? ¡A mí! Yo no estaba lista. Así que me bañé a toda bala, me puse la pollera y el typoi y salí volando para la plaza, y ya me estaban esperando a mí noma. Y comenzó el baile y empecé a girar como un trompo, y todo el mundo empezó a aplaudirme. Los tipos estaban descontrolados, las mujeres me gritaban, y con tanto ánimo que me daban, yo más giraba, claro. Más tarde me di cuenta de que, con el apuro, no me puse mi bombacha”.