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El evento se desarrolla en Cinemas Villamorra y que ya está en la etapa de exhibir las películas más votadas por el público.
El esperado documental de Encina sobre Agustín Goiburú se exhibirá a las 20:00. La joven cineasta recibirá en la ocasión una distinción de parte de Hugo Gamarra, fundador y director del festival de cine.
La función es auspiciada por el Centro Cultural de la República El Cabildo.
La película retrata a Agustín Goiburú, uno de los más férreos opositores políticos al régimen dictatorial de Alfredo Stroessner, desaparecido en 1977 en Paraná, Argentina, donde vivía exiliado. El documental busca introducirse en todo ese contexto político a través de los recuerdos de los tres hijos de Goiburú: Rogelio, Jazmín y Rolando.
Agustín Goiburú (1930-1977) fue dirigente del Movimiento Popular Colorado (Mopoco) y asesinado en el marco del Operativo Cóndor. Era médico de profesión, especializado en traumatología. Trabajó en el Instituto de Previsión Social y en el Policlínico Policial “Rigoberto Caballero”.
Sus denuncias de violaciones de derechos humanos cometidas por la dictadura lo llevaron a integrar el grupo de dirigentes colorados que debieron exiliarse en 1959. Goiburú se asiló previamente en la Embajada de Uruguay con Teodoro S. Mongelós y otros activistas.
Luego se instaló en Posadas, donde ejercía como médico. En esos años denunció a los medios de prensa los cadáveres que flotaban en el río Paraná. Eran los combatientes del Movimiento 14 de Mayo que fueron arrojados de aviones, luego de ser apresados por el ejército paraguayo.
En 1969 fue secuestrado por militares paraguayos mientras se encontraba pescando en el Paraná. Estuvo preso más de un año hasta que pudo escapar, a través de un túnel, de la comisaría 7a. Logró asilarse en la Embajada chilena y, bajo el amparo del gobierno socialista de Salvador Allende, viajó a Santiago, pero muy pronto estaría de vuelta en Posadas.
En 1974 participó en un intento fallido de atentar contra Stroessner.
Luego Goiburú decidió mudarse a Paraná (Entre Ríos). Pese a ello un operativo conjunto coordinado desde Asunción, y del que participaron agentes paraguayos y argentinos, lo secuestró el 9 de febrero de 1977. Su cuerpo nunca fue ubicado, pese a los intentos de sus familiares.