La película cuenta la historia de Venom, muy similar a como se contaban en las historietas de Marvel: Un joven periodista que es infectado por una bacteria que ha llegado desde el espacio exterior. Una adaptación moderna, al estilo Spiderman, de la historia de Dr. Jeckill y Mister Hyde. Precisamente, la misma historia ya la habíamos visto en “Spiderman 3” (2007). Pero aquí gana vuelo propio y está adaptada a estos años.
La película está dirigida por Ruben Fleischer y está producida fuera del “Universo Marvel”, el que nació con “Iron Man” en 2007. Es una producción de Sony, asociada con Marvel Studios. De cierta manera, es como romper con el gigante mediático que se orquestó con el mando total de la factoría del cómic. Venom surge como lo que es: un antihéroe en permanente conflicto entre el bien y el mal.
Muchos habrán esperado más de Tom Hardy, un actor que ha sobresalido con papeles impresionantes en los últimos diez años (mencionemos solamente su Bane en “El caballero de la noche asciende”, al tratarse de una historieta). Su perfomance caricaturesca de Venom no ha caído muy bien. Pero, no nos olvidemos: es cómic, no Shakespeare.
