Historia de esclavos en el Paraguay

En su apasionante libro "La provincia del Paraguay.

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Revolución y transformación 1680 – 1780", Ignacio Telesca revela detalles muy llamativos de un aspecto todavía poco conocido: los esclavos en la era colonial, que mañana circulará con nuestro diario. –¿Desde cuándo hubo esclavos en el Paraguay?

–Josefina Plá, en su clásico estudio sobre la esclavitud en el Paraguay, ya nos mostró que con el mismo Pedro de Mendoza vinieron personas esclavizadas, y vinieron para quedarse.   

–¿Hasta cuándo?   

–La esclavitud recién se abolió en el Paraguay en 1870, tras la guerra.   

–¿Cuántos esclavos quedaban en esa época?   

–Depende, los números son siempre engañadores. Para 1846, que es el último censo con el que contamos antes de la guerra, más del 4% de la población era esclava. Parece poco, pero es como si hoy hubiese 250.000 esclavos en el Paraguay. Y eso suena mucho. Lo interesante es señalar que este porcentaje del 4% ya venía desde los tiempos coloniales, es decir que no hubo una disminución de los esclavos en la posindependencia.   

–Pero Asunción no era un puerto esclavista…   

–No. Paraguay era un destino final. Las personas esclavizadas provenían de Buenos Aires, Montevideo o Córdoba, si entraban legalmente, pero si no, del Brasil.   

–Hablando de Brasil, ¿la esclavitud en el Paraguay era tan dura como en Brasil?   

–Ciertamente la respuesta es un categórico no. Pero ojo, no porque los brasileros, o los caribeños, o los de Estados Unidos, hayan sido más malos que nosotros, sino porque el sistema de producción en esos lugares exigía la explotación de la mano de obra esclava.   

–Es decir, ¿acá hubiésemos hecho lo mismo?   

–Por supuesto, de hecho lo hicimos con la explotación de la mano de obra indígena. Recordemos que a los yerbales, y hasta hace poco el trabajo en los yerbales era más que inhumano, no iban los esclavos sino los indígenas.   

–¿Por qué?   

–Porque el indígena les salía gratis. Es decir, una persona recibía una encomienda de indígenas y los mandaba a trabajar a los yerbales. Por estos indígenas no había invertido más que una mínima suma al recibir la encomienda. Si se moría uno, su inversión no se vería afectada. En cambio un esclavo costaba caro, y su muerte significaba una pérdida.   

–En otras palabras, el indígena fue el esclavo en el Paraguay….   

–Tal cual, con la diferencia que el indígena era jurídicamente libre, no podía ser vendido. Aunque esta distinción era poco vivida por los indígenas…  

–Pero si no trabajaban en los yerbales, ¿a qué se dedicaban los esclavos?   

–Y, de todo un poco, por supuesto que en el trabajo doméstico, pero fundamentalmente en las estancias. A veces el amo les enseñaba un oficio, como el de barbero por ejemplo, y los hacía trabajar y él se quedaba con las ganancias del esclavo. Es decir, no solo el esclavo le servía en la casa, sino que trabajaba para él, o para ella.   

–Habíamos visto que la provincia del Paraguay se caracterizaba por la pobreza, ¿quiénes entonces podían comprar estos esclavos?   

–Dos aclaraciones: que mayoritariamente la población fuese pobre no implica que no hubiese una pequeña élite pudiente y a veces más que eso. Ocurre hoy en día, las estadísticas nos dicen que el 50% de la población vive bajo la línea de la pobreza, pero en la calle abundan las camionetas 4x4 y autos último modelo. La institución que poseía más esclavos en esa época era la Iglesia.   

–¿La Iglesia?   

–La Iglesia en sentido amplio, las órdenes religiosas y los curas de parroquias. Para mediados del siglo XVIII la Iglesia poseía la mitad de los esclavos del Paraguay.   

–¿Para qué quería tantos esclavos?   

–Es que las órdenes religiosas tenían estancias enormes y en ellas había esclavos. Por ejemplo, los dominicos tenían la estancia de Tavapy, hoy San Roque González; los jesuitas una estancia inmensa en Paraguarí, y los mercedarios otra en Areguá. En cada una de ellas la población esclava no bajaba de las 500 personas. Además cada orden tenía su ranchería de esclavos en los colegios o conventos asuncenos, incluidos los franciscanos. De hecho, nuestro Parlamento está edificado sobre lo que era la ranchería de esclavos del colegio de los jesuitas.   
   
–Si la presencia africana fue fuerte en el Paraguay, ¿por qué no hay personas de piel negra en el Paraguay?

–No hay nadie como Michael Jordan; pero tampoco nadie como David Beckham, y hubo europeos en el Paraguay. La pregunta es, ¿qué es el paraguayo? Seguramente hoy me dirían que es "mestizo", pero se me aclararía "mezcla de español y guaraní".   
   
–¿Y no es cierto?   

–Sí y no. Sí en el siglo XVI, cuando los conquistadores llegaron. Ahí se mezclaron, un eufemismo para decir que violaron, con las indígenas. Pero desde 1575 no llegaron al Paraguay más contingentes europeos, salvo alguna persona suelta. Es más: en esos años muchos abandonaron la provincia para fundar otras ciudades. De esta época son Santa Fe, Buenos Aires, Corrientes, por ejemplo. Entonces, la población europea desapareció de estas tierras y no fue reemplazada, por lo que el mestizaje posterior ya no se dio entre europeos e indígenas, sino entre mestizos e indígenas y afrodescendientes.
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