/arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/R2CHVZHXAFHW5FZJWWE727GKCY.jpg)
Cargando...
Previa persignación de fe, el tenor abre el espectáculo “Cantemos la Navidad”, con la canción “Ne porã che Paraguay”, acompañado por vistosas paraguayas bailarinas del Ballet de Eli Vinader. Fiel a su estilo de lucir impecable (zapatos acordonados, pantalón negro y saco tono tinto), el anfitrión comienza su show con altísima performance, como un aviso de que será una noche de pura energía y alegría. Y sí.
La aparición en escena de la soprano Emilia Recalde, su esposa y sus hijos Camilo y Francis; más los pequeños del maestro Sergio Cuquejo, director al frente de la Orquesta Sinfónica Nacional, es ovacionada al finalizar el villancico “Cantemos la Navidad”. Afuera, unas 300 personas que ya no pudieron ingresar se deleitan mirando el concierto en pantalla gigante.
Un repertorio bien variado: “Ya llega la Nochebuena”, “Marinero”, “Virgencita de Caacupé” selección de cha-cha-cha y popurrí de ritmos latinos, mezcla la voz de Castro con los sonidos de una orquestación impactante. El pesebre viviente de Aseguradora Tajy, la entidad presentadora del espectáculo anual “Cantemos la Navidad”, da el toque místico, celestial, al momento de la interpretación del “Ave María”, en las voces de Jorge y Emilia. Se apagan las luces y en manos de todos ondean velas artificiales que iluminan el teatro y generan un clima de profunda emotividad.
Con selectos invitados, entre niños, aficionados y cantantes profesionales, la gala crece en entusiasmo y virtuosismo. A la del tenor unen sus afinadas voces Susana Zaldívar (Vivo per lei), Lalo Monte (selección de boleros), Ian Espínola (Mi burrito sabanero), Romina Alegre (Más allá) y Ulises Rojas (Chokokue kera yvoty), Sebastián Benítez (Esta vida), Rafael Rojas (13 Tuyutí) y Marcos Casanetz (Navidad del Paraguay). Uno mejor que otro. Las vibrantes palmas del público premian cada actuación.
Un final apoteósico con el elenco completo marca, a las 22:40, la vuelta a realidad, después de un viaje musical al universo de las emociones, donde Jorge Castro acostumbra elevar al público que lo sigue.