La esperanza que resiste a la guerra

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El escritor uruguayo Ruperto Long presenta una historia de esperanza en un mundo en guerra en su novela “La niña que miraba los trenes partir”, que se lanzará mañana en el World Trade Center.

Luego de escribir sobre el Conde de Lautreamont, así como historias del tango, Long se sumerge en el horror de la Segunda Guerra Mundial.

Ruperto Long ha venido varias veces al Paraguay, como funcionario del Gobierno uruguayo. Fue presidente de la Administración de Usinas y Transmisiones Eléctricas (UTE), la equivalente de la ANDE en el país charrúa. También presidente del Laboratorio Tecnológico del Uruguay y senador por el Partido Nacional en el período 2005-2010 (Incluso bromeaba con que en Asunción tenía su propia calle, Senador Long). Hoy es ministro del Tribunal de Cuentas de la República, pero en esta oportunidad es la literatura lo que lo trae a Asunción. Mañana presentará su novela, “La niña que miraba los trenes partir”, publicado por Aguilar y distribuido en Paraguay por Atlas.

La novela presenta cuatro historias que se mezclan durante la Segunda Guerra Mundial. En Uruguay ya lleva cinco ediciones y ha sido seleccionada para ser presentada en la Feria de Frankfurt, una de las más importantes en todo el mundo. El libro será presentado mañana en el World Trade Center, en el auditorio que está ubicado en el piso 10 de la torre 2, a las 18:00. Las palabras de presentación estarán a cargo de Susana Gertopan y Carlos Mateo Balmelli.

La novela presenta las historias de una niña que desaparece de la Lieja ocupada por los nazis; Alter, su tío que es obligado a desempeñar funciones en un guetto; Dimitri Amilakvari, militar francés de origen georgiano que desembarca en África del Norte, y el soldado uruguayo Domingo López que se alista por idealismo y pelea hasta el último día de la rendición alemana.

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“La novela está inspirada en hechos reales. Ha sido el producto de mucha investigación y he tenido que crear algunos personajes. La niña del libro hoy es una mujer madura y vamos a leer una de sus cartas en la presentación. El soldado uruguayo falleció en el proceso de la escritura. Estaba con 96 años”, nos cuenta Long.

“Hay mucha luz en esta novela, a pesar de contar un episodio negro de la historia. La humanidad pudo salir adelante porque hubo gente que fue capaz de ser una luz extraordinaria. El eje está puesto desde la óptica de los protagonistas, que son ciudadanos comunes. Lo he presentado de una manera polifónica. Son testimonios que fueron armados como un puzle”, comenta el autor.