“Desde el principio la Iglesia tuvo como base que la música es parte de la liturgia y no que adorna la liturgia”, señaló el Prof. Manuel Martínez Domínguez, director del Ateneo y uno de los facilitadores de este seminario. Señaló que en la actualidad, muchas veces se utiliza la música como para animar, para ornamentar, pero no como parte del rito religioso. “Hay una tensión entre lo que se considera liturgia y lo que se considera estético y la Iglesia está en medio. Nosotros queremos dar cuenta de esa tensión desde la filosofía, la antropología, desde la historia, hacer una mirada multidisciplinaria sobre el hecho musical”, acotó.
Recordó que la relación de la Iglesia con la música lleva varios siglos, mencionando que en la Edad Media se utilizaba la música religiosa para “elevarnos”.
Dijo además que el Concilio Vaticano II estableció unas pautas de utilización y una jerarquía determinada. También subrayó que este documento permite la utilización de lenguas vernáculas e instrumentos populares como método de evangelización, algo que los jesuitas ya lo habían puesto en práctica hace siglos atrás en nuestro país. “Se ha malinterpretado el Concilio en el sentido de que esto desacralizaba la música al hacer a un lado el estilo gregoriano o la polifonía sacra, lo que se quiere es el efecto contrario, sacralizar lo popular”, añadió Martínez.
Por su parte, el Prof. Álvaro Morel Aquino mencionó que durante el seminario se seguirá una línea histórica, en la que se establecerán las diferencias entre antes y después del Concilio.
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Martínez afirmó que “la música sagrada tiene un fin y se corre de lo que consideramos arte”, por lo que sostuvo que la Iglesia debería plantearse si debe hacer música con un ánimo de eficacia o con un ánimo estético.
El primer módulo del seminario, que se extenderá hasta el viernes 11, está especialmente dirigido a sacerdotes, diáconos, directores de coros eclesiales, estudiantes de música e interesados en general.
Destacaron además la relación que tiene el Ateneo Paraguayo, desde un abordaje pedagógico, con la música litúrgica, en la práctica coral.
Recordaron que en la década del 60, el Coro del Ateneo Paraguayo estrenó en el país la Misa Criolla de Ariel Ramírez, y grabó la Misa Folklórica de Franco Alderete.
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