En su libro, Mario Maestri describe la extrema prudencia de la diplomacia lopista, así como el estrepitoso fracaso de la ofensiva paraguaya en el Plata, y la ruina imperial-esclavista en cuanto al enrolamiento voluntario. Emprende una inédita y rigurosa crítica de las ideas sobre el conflicto, con el rescate de la campaña de los positivistas ortodoxos brasileños sobre la “verdadera operación criminal contra el Paraguay”.
En base a las cartas de Benjamín Constant y a la obra del canónigo Gay, revela turbios aspectos del frente brasileño. El autor sorprende con un O’Leary funcional primero a la oligarquía liberal de su tiempo, sigue con el germinal ensayo de Óscar Creydt, y la impugnación de la imagen romántica del Mariscal y del Paraguay. Descarta la tesis de genocidio y otras de Chiavenato, pero reivindica su célebre libro por la demolición del vergonzoso muro de silencio sobre la masacre de la población paraguaya.
La extraordinaria resistencia paraguaya halla su explicación en la convicción de un ejército nacional y ciudadano, expresión de una extensa clase autónoma de campesinos libres y dueños de sus tierras.
