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ENCARNACIÓN (José Miguel González, de nuestra redacción regional). El grueso de la película se filmará en Encarnación. Será un filme de suspenso sobre la hipotética desaparición del manuscrito original de la novela “Yo El Supremo”.
“Quiero hacer una película entretenida, no didáctica, para el consumo masivo, pero con un contenido cultural. Ese es el desafío”, indicó Bedoya. Señaló que la película será un thriller psicológico a partir de una historia de Javier Viveros.
“Se especula con la desaparición del manuscrito, su reaparición y luego su nueva desaparición cuando se está subastando. Entonces comienza una búsqueda en el medio de los coleccionistas y es la historia de esa indagación”, dijo Bedoya.
El proyecto será la segunda película de ficción del cineasta, tras “Luna de cigarras”, de 2014.
Así, su película sobre el legendario texto de Roa Bastos significará también un cambio de registro de Bedoya en relación con “Luna de cigarras”, que giraba en torno del narcotráfico y estaba salpicada de humor salvaje. “Va a ser completamente diferente porque mi idea es hacer películas diferentes. Siempre busco hacer algo nuevo”, puntualizó.
La trama del filme, que se espera se estrene en 2018, sigue la historia de la hija de unos exiliados políticos durante la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989), que regresa a Paraguay y compra en una subasta el manuscrito original de “Yo El Supremo”.
“Él –Roa Bastos– va a estar a través de documentos audiovisuales; expertos en literatura dialogan sobre él, sobre su obra, Roa era muy juguetón. (...) Entonces digamos que da sitio a muchas discusiones entre los personajes”, reveló el cineasta.
De esta manera, se espera que el filme guarde un aire de suspenso al estilo de “El Código Da Vinci” (2006), con la particularidad de que el objeto de la intriga es la novela del escritor fallecido en 2005.
La protagonista, que será una profesora de literatura de la universidad francesa de Toulouse, donde Roa Bastos tuvo una cátedra durante la dictadura, adquiere el manuscrito a un empresario paraguayo durante esa subasta, en la que finalmente se pierde el valioso documento.