En el prólogo, Delgado, última ganadora del Premio Nacional de Literatura, expresa que “hay libros que son el espejo de un tiempo y también el espejo de un alma. Este libro de Yems Aguilera es el espejo de ese tiempo de la primera juventud, el de la sensibilidad a flor de piel, que puede desbordarse en un mar de sensaciones fácilmente, el de la energía que se entrega generosa cuando elige un amor o una causa, pero también el tiempo de la fragilidad, de la duda, de la inseguridad”.
Por su parte, Marcos Ibáñez refiere que el poemario contiene: “poesía desnuda, sin maquillaje, escrita al natural, como vino al mundo, con la palabra libre, al límite, casi prohibida, son versos de una pluma inquieta, a contracorriente, en defensa de los que sobreviven al borde, al margen de la ley y el orden impuestos”.
Yems Aguilera nació el 26 de noviembre de 1997, en el Guairá. Se destacó en torneos de lectura y estudia Letras en la Universidad Nacional de Asunción.
Publicó sus primeros artículos en el diario digital “El Impulso” y poemas en los fanzines de la Academia Literaria “Kavure’i”.
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Coordina el proyecto de la primera biblioteca comunitaria-universitaria, del Ceunira; es activista en el movimiento universitario Jopara Círculos Culturales y la articulación del Paro Internacional de Mujeres en Paraguay.
