Proyecto de la Ley de Lenguas y su importancia para el Paraguay

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El conocido estudioso de lengua guaraní Lino Trinidad Sanabria remitió a nuestro diario un artículo en el que se refiere al proyecto la Ley de Lenguas. A continuación, la trascripción de la nota:   

Su importancia para el Paraguay

Para todos los países que tienen más de una lengua oficial, la Ley de Lenguas es imprescindible, y para al caso paraguayo es mucho más imprescindible, dadas las características culturales y lingüísticas del país.

El Paraguay se declara constitucionalmente bilingüe y pluricultural. Coexisten varias lenguas dentro del territorio nacional. Pero por imperio constitucional, solamente dos de las tantas lenguas coexistentes son reconocidas como oficiales de la República, lo que significa que debemos contar, dentro de nuestro derecho positivo, con normas jurídicas que regulan la utilización, promoción y enseñanza de ambas lenguas, de tal forma que no se produzcan interferencias perjudiciales para ninguna de ellas.

Por el Art. 140 de la Constitución Nacional, las lenguas oficiales en el Paraguay son el castellano y el guaraní. Ambas en paridad de condiciones, con la misma jerarquía. La una no es ni más ni menos que la otra. Y necesitamos diferenciar bien la situación del guaraní como lengua originaria de nuestra nación, porque varias de las lenguas coexistentes son también originarias de aquí, pero no son oficiales como el guaraní.

Esta situación se presta un tanto para una confusión. Hubo compañeros de la Comisión Nacional de Bilingüismo que quisieron dar el mismo tratamiento al guaraní que al nivaclé, por ejemplo, o al guaná, y nos costó esfuerzos  convencerlos de que la situación del guaraní es totalmente diferente a la del nivaclé. Es cierto que, por disposición constitucional, todas las lenguas originarias de nuestro país son consideradas patrimonio cultural de la Nación; pero el guaraní, entre ellas, es el único que ostenta la condición de lengua oficial, junto con el castellano, en toda la República.   

Origen del proyecto

Nosotros somos, desde el taller de la sociedad civil, los autores de este proyecto. Ahí, en el taller donde nació el proyecto, hemos contado con el concurso valioso de personas entendidas en el tema.

Estuvimos integrando el taller cuatro ciudadanos convencionales constituyentes: Tadeo Zarratea, Rubén Bareiro Saguier, Sinforiano Rodríguez Doldán y Alcibiades González Delvalle, así como los tres ex traductores oficiales al guaraní de la Constitución Nacional, Lino Trinidad Sanabria, Félix de Guarania y Dionisio Gauto, así como destacadas y conocidas personas vinculadas de una u otra forma con la lengua guaraní, con el castellano y con la lingüística en general, entre ellos, varios profesores del área idiomática en ejercicio de la docencia.

Hubo reuniones de trabajo en el Taller de la Sociedad Civil en que estuvieron más de 50 personas, como ocurrió en el domicilio particular del senador nacional Marcial González Safstrang, quien en ese momento aún no era electo senador. Todas esas personas volvieron a acompañarnos cuando decidimos discutir el proyecto con la Comisión Nacional de Bilingüismo del MEC, buscando consensuar con el que elaboró dicha Comisión, y así, después de varias reuniones de trabajo en el MEC, bajo la coordinación del Viceministerio de Educación, a cargo entonces de la Lic. Marta Lafuente, se logró consensuar ambos proyectos.

De manera que es un proyecto elaborado y consensuado por el sector público y la ciudadanía (Comisión Nacional de Bilingüismo del MEC y Taller de la Sociedad Civil). Es un proyecto bien pulido, consciente y elaborado con conocimiento acabado del tema.   

Objetivos de la Ley de Lenguas

Muchas personas, no sabemos por qué, creen que la Ley de Lenguas es para proteger a la lengua guaraní, y nada más, y en rigor de verdad, no es así.

La Ley de Lenguas tiene diversos y variados objetivos desde el punto de vista cultural y sociolingüístico.

Nuestro problema, en esta área, no es solamente el guaraní; es también el castellano, y tal vez este sea más enmarañado que aquél. Además, existen los problemas de las demás lenguas originarias nuestras y las de las otras minorías étnicas, las que en virtud de la última parte del Art. 140 de la Constitución Nacional son consideradas patrimonio cultural de la Nación.

Además, existen los problemas de la penetración cultural foránea a través de otras lenguas que, en alas de la globalización, pretenden imponerse anulando las propias de los países menos desarrollados.

Está el problema de la defensa de la soberanía lingüística y de la misma soberanía nacional en su conjunto. Están los problemas de los derechos lingüísticos que son declarados ‘derechos humanos’ por la Unesco; muy especialmente cuando estos derechos lingüísticos tienen como destinatarios a los niños, quienes deben ser alfabetizados en su lengua materna, problemas estos que hasta hoy no han llegado a tener siquiera un atisbo de solución en nuestro país.   

Otros aspectos

El mismo Art. 140 de la Constitución Nacional contiene un mandato para el Poder Legislativo Nacional al disponer que ‘la ley establecerá las modalidades de utilización de uno y otro’, al referirse a los dos idiomas oficiales de la República. Y esto es lo que dispone en el Art. 1º del Proyecto de la Ley de Lenguas.

Establece las modalidades de utilización de cada una de las lenguas oficiales de la República. El proyecto también crea los organismos que se encargarán de la Política Lingüística Nacional.   

El Estado Paraguayo reconoce su situación bilingüe al servicio de una nación pluricultural y asume el compromiso de velar por el respeto, la preservación y el desarrollo de todas las culturas minoritarias y de todas las lenguas del país.

Esas culturas diversas y esas lenguas habladas por comunidades diferenciadas son partes fundamentales del patrimonio cultural de la Nación.   

El proyecto también crea las condiciones para la normativización de la lengua guaraní, así como la normalización de su uso en los tres Poderes del Estado. Crea para ello la Academia de la Lengua Guaraní, tratando de recuperar la capitalidad del ‘avañe’ê’.   

No puede olvidarse que la penetración cultural foránea con el idioma, imágenes televisivas, etc., empujan disgregaciones antes que integraciones en la sociedad paraguaya.

Esto hay que frenar de alguna manera porque afecta profundamente nuestro sistema de educación NO formal. El proyecto de la Ley de Lenguas no olvida estas cuestiones", finaliza.
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