Si bien el personaje que nos presenta en “Manchester junto al mar”, a primera vista, no difiere mucho de otros personajes que ha llevado a la pantalla, Affleck logra emitir una fuerza contenida y un dolor intenso que contamina toda la historia.
¿Un hombre anulado? Así es. Una persona que ha decidido bloquear su vida y vivir condenado por un inmenso dolor. Pero un hecho rompe con su encierro: su hermano mayor fallece de un ataque cardíaco y él deberá quedar a cargo de su sobrino adolescente. Deberá volver a su pueblo natal, Manchester, una localidad portuaria de Massachusetts, y enfrentarse con su pasado.
Kenneth Lonergan obtuvo el Oscar a mejor guión original con esta película. La academia reconoce así una labor independiente, que ha enfrentado duros golpes con su anterior película, “Margareth”, un filme que fue filmado en 2005 pero recién en 2011 pudo estrenarse. El estudio le dio la espalda y lo estrenó en muy pocas salas. Pero con apoyo de la crítica y los festivales, logró posicionarse en el mundo cinéfilo.
Lonergan cuenta la historia de Lee (Affleck), un muchacho que trabaja como celador de un edificio de Boston, y debe volver a su pueblo natal a encargarse del funeral de su hermano y cuidar a su sobrino que quedó huérfano.
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A través de flashbacks correctamente dosificados, nos enteramos cómo Lee se convirtió en esa persona atormentada. El pueblo pequeño, el invierno crudo dan la ambientación adecuada a la personalidad contenida de Lee, con algunos días soleados, pero esencialmente muy frío.
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