BUENOS AIRES, Argentina (Maripili Alonso, especial). Como cierre del mes en que se conmemoró el centenario del escritor, la Biblioteca Nacional “Mariano Moreno” organizó este encuentro que ofreció un intenso debate, principalmente acerca de la utilización y la oralidad del idioma guaraní, y cómo eso se transfunde a la obra de Roa Bastos.
La doctora en Letras y profesora de Literatura latinoamericana de la UBA, Andrea Ostrov, puntualizó sobre este tema, a partir de un artículo escrito por el propio Roa Bastos, señalando el carácter diglósico de la cultura paraguaya. Explicó que, desde el punto de vista sociológico, el concepto adecuado sería la diglosia y no el bilingüismo, ya que se habla de la convivencia de dos lenguas en un mismo territorio.
“La cultura paraguaya está fuertemente atravesada por la dinámica de la oralidad”, dijo al recordar que el guaraní conserva su impronta oral. Señaló cómo Roa encontró una manera de introducir a sus textos los vocablos en guaraní recurriendo a las frases con guiones.
Ostrov también reparó en el cuestionamiento que hacía el escritor a la historia oficial señalando que en “Yo el Supremo” lleva a reflexionar sobre la figura del autor como compilador.
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Carla Benisz, doctora en Letras e investigadora, habló acerca del posicionamiento crítico de Roa hacia el boom latinoamericano, en lo que refiere a la mercantilización de la cultura. Abordó la importancia que tuvo el exilio en su formación intelectual, a través de la universidad y las revistas literarias.
A su vez, Mateo Niro se enfocó en “la vacilación de la escritura en la narrativa de Roa Bastos”, también haciendo énfasis en la oralidad de la cultura paraguaya.
En tanto, el periodista y escritor Armando Almada Roche recordó cómo conoció al escritor a partir de la película “El trueno entre las hojas”.
También leyó pasajes de entrevistas con varios escritores latinoamericanos como Jorge Luis Borges, Juan Rulfo, Gabriel García Márquez y Ernesto Sábato en relación al homenajeado.
Por ejemplo, García Márquez destacó a Roa Bastos como “el paraguayo más universal”, señalando que sacó al país del anonimato por medio de sus obras. También recordó a su colega como tímido, callado y que pasaría a la inmortalidad por “Yo el Supremo”.
La actividad fue organizada conjuntamente por la Biblioteca, la Embajada del Paraguay en la Argentina y la Fundación “Augusto Roa Bastos”.
