ISLA UMBÚ (Clide Noemí Martínez, corresponsal). A pesar de la inestabilidad climática reinante en la región se vieron interminables filas de automóviles copando la ruta IV y la precaria vía que une Pilar, la capital del Ñeembucú, con la sede del evento.
Hoteles, restaurantes y comercios de todo tipo, sintieron el influjo positivo de recibir a tantos visitantes que se trasladaron en familia hasta la zona sur del país. Así, una multitud reunida a orillas de la laguna Capilla, coreó los temas más populares del grupo argentino Agapornis, y los nacionales Kchiporros, Rumberos, Chapa C, entre otros.
Los grupos locales Electro Band y Tierra Noble dieron el toque especial de la música que acostumbran escuchar los ñeembucuenses. Los DJ complementaron con eficiencia los momentos de pausa de los músicos contratados, logrando que los participantes de la popular fiesta no dejasen de disfrutar un sólo instante de los temas más aceptados del momento.
Isla Umbú (a 11 kilómetros de Pilar) fue por segunda vez sede de la tradicional fiesta pilarense, cuyo escenario habitual son las playas del arroyo Ñeembucú de la capital departamental. En ambos casos, la crecida de los ríos dejó sin playas a los pilarenses, constituyéndose Isla Umbú en la alternativa ideal, por la cercanía y por tener un espacio amplio a la vera de su laguna.
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La fiesta de playa más concurrida del país se viene repitiendo desde hace 31 años con una popularidad impresionante. Lo que inicialmente fue una reunión de unas decenas de becarios de AFS y sus familiares, con el paso de los años fue creciendo hasta llegar al nivel que caracteriza a la fiesta.
Se espera que en los próximos años se pueda concretar la construcción del anhelado puente en la frontera con el nordeste argentino, lo que facilitaría la presencia de miles de argentinos interesados en participar de estos eventos festivos, pero que encuentran un freno a sus deseos en el precario servicio de balsas entre Pilar y Puerto Cano.