Aguante y coraje dan el premio
No fue fácil la clasificación de Libertad a octavos de final de la Copa Libertadores, pero la misión fue cumplida de muy buena manera. Pero a pesar de la diferencia de goles, el equipo paraguayo pasó por momentos de mucha angustia, principalmente por lo que fue asimilar el juego en la altura, a los 3.600 metros, que hubo que soportar.
El arranque fue todo del local, que se llevó por delante al Gumarelo, al que acorraló en su área. Pero ahí apareció toda la experiencia y calidad del golero Muñoz, quien tapó disparos realmente comprometedores, como el de Rudy Cardozo, Pablo Escobar y Raúl Castro, cuyos remates fueron desviados con grandes intervenciones del arquero.
La pujanza y velocidad que imprimieron los bolivianos duró cerca de 20 minutos, tiempo en que el conjunto de Tuyucuá poco o nada hizo, tratando de defenderse o despejar de cualquier manera los avances del The Strongest.
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Pero el albinegro tuvo lo suyo y no lo desaprovechó. Prácticamente en su segunda salida, el defensor Luis Cardozo sacó larga la pelota que encontró a Bareiro, quien imprimió rapidez y lanzó el centro que definió Tacuara Cardozo con colocado disparo de zurda.
Ahí cambió todo y Libertad tuvo más acción y espacio para jugar a partir de la ventaja. Pero el dueño de casa igualó apenas arrancó la parte final. Castro, con gran disparo, venció a Muñoz. Ahí apareció la fortaleza liberteña que aguantó todo como pudo.
Se iba el juego y en gran contragolpe, Bareiro, con tiro rasante, anotó el 2-1 y luego Tacuara, en tiempo de adición, sentenció el 3-1. El Gumarelo festeja.