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Desesperación en las gradas y en el campo de juego. Sol de América se llevaba la victoria en Para Uno en su reapertura y prácticamente todo el estadio padecía el dolor de la inminente derrota.
Era el tercer minuto de prórroga y prácticamente en la última jugada, tras acción de Clar por el sector izquierdo, Guerreño encontró un rebote en Acosta por tiro de Salgueiro y con angustia pateó el esférico que para felicidad decana se clavó en el arco solense.
El gol de Guerreño salvó la improductiva presentación de Olimpia. Un equipo cansado, sin alma, sin mística y sin saber a qué jugaba fue el Decano. Se insistió con los centros y ni eso podían hacer bien.
El segundo tiempo franjeado fue para el olvido. En la primera etapa insinuó algo, pero en la parte final el desempeño orilló lo ridículo.
Sol aguantó bien en la primera etapa. Pasó por algunos sofocones, normales como es jugar ante el local. Mario Jacquet no arriesgó mucho y se inclinó un tanto a la defensiva.
Pero en la parte final cambió Sol su guión y a los 4 minutos, Domínguez, metido en el área, marcó el gol ante un remate cruzado de Duré. Después trabajó bien, fue mejor que Olimpia y mereció la victoria.