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Cerro tuvo el balón en la mayor parte de la primera etapa, pero careció de verticalidad. Es que Ortigoza fue el único atacante debido a que su acompañante, Sergio Díaz nunca pisó el área.
La única jugada peligrosa para el Ciclón antes de la conquista fue a través de un cabezazo de Bonet que se fue apenas desviado, antes Cerro fue puro toque, pero sin dañar a la última línea riverista.
Un gol de River fue correctamente anulado debido a que Miño –adelantado– molestó a Bonet, quien anotó en contra.
Sobre los 30’, Jorge González, de atropellada, convirtió el gol del Ciclón, tras centro de Santana desde la derecha. Fue la única llegada a fondo cerrista de la etapa.
En la complementaria, River se animó a más y demostró ser un conjunto con mucha disciplina, ordenado y con futuro.
Ortigoza, quien sigue peleado con el gol, perdió una ocasión solo frente a Florentín.
La segunda conquista cerrista llegó casi de carambola al pegar el remate de Raúl Cáceres en González engañando al golero.
Así Cerro venció pero sin convencer.