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Después del primer cuarto de hora, todo fue a favor del aurinegro, aprovechando el callejón abierto que significó la zona izquierda del conjunto zeballense.
Por ese sector desbordaron constantemente Filippini y Romero, surtiendo efecto sobre los 25 minutos con el gol de la igualdad. Gran corrida de Filippini quien por potencia gana el fondo de la defensa enviando el centro al medio del área y apareciendo el colombiano Carlos Hidalgo, para establecer la paridad con otro cabezazo al medio del arco de Servín.
Cinco minutos antes del final del primer tiempo la visita nuevamente casi anota, Hidalgo desborda por derecha, pero su centro no es aprovechado por ningún compañero y antes del final ganó de nuevo Romero por el sector derecho, manda el centro e increíblemente Mendoza remata al poste cuando Servín estaba vencido.
Ya en el segundo tiempo Dante López desperdició solo frente al arco rival, rematando desviado.
El ingreso de Ruiz le dio al aurinegro más claridad en ofensiva y al quedar Tacuary con 10 hombres, por expulsión de Espinoza, sobre los 23 minutos, se acrecentó el dominio visitante. Sin embargo, todos los avances aurinegros morían en el intento, por la enorme ineficacia de su zona ofensiva, que se llenó de atacantes, pero carentes de agresividad.
Tacuary definitivamente atraso sus líneas y mucho antes del final se conformó con la igualdad. Castigo a la inoperancia aborigen.