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Esperábamos ver una lucha sin tregua entre dos equipos que necesitan imperiosamente levantar su producción en el presente campeonato. Esperábamos ver goles, porque con ellos se ganan los partidos y los puntos.
Sin embargo, nada de eso ofrecieron Rubio Ñu y Nacional en La Arboleda. Las pocas ganas que mostraron por momentos quedaron cortas al no agregar ninguno de los contendores la cuota de fútbol práctico y la aplicación en busca de llegar a los goles.
Una mención de honor corresponde al arquero de Nacional, Arnaldo Giménez. Dentro de lo poco que se vio, Giménez tuvo la virtud de no perder nunca la concentración, en un partido que daba para distraerse por largos minutos en otra cosa.
De ahí que Giménez intervino con solvencia en sendos cabezazos de Marcos Acosta y Matías Pérez, que pudieron haber comprometido su valla, entre otras acciones aisladas.
El arquero Carlos Gamarra, de Rubio Ñu, también trabajó en pocas llegadas del conjunto tricolor. Rubio Ñu tuvo sus mejores oportunidades de anotar en el segundo tiempo, cuando en un rápido contragolpe Juan Franco quedó solo frente al arco y remató afuera, tras pase del argentino Gracián. Este también habilitó al “Torito” Bogado, quien llegó a convertir, pero el tanto fue anulado por posición adelantada.