Cerro no cumplió con su parte

Cerro Porteño tenía la mesa servida. Guaraní derrotó a Libertad y bastaba un gol para ponerle la guinda a la torta. El Ciclón de ayer en el Este no se acercó mucho a esa opción y con el empate, 0-0, frustró a unos 15.000 aficionados en el estadio y a millones en el país.

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La fiesta del fútbol programada en Ciudad del Este tuvo como aliada a la naturaleza, que propuso un día soleado, que se descompuso luego y solo comenzó a llover cuando el árbitro Ulises Mereles determinó el final del juego. Eso cooperó con una buena asistencia, que no fue la ideal, pero rondó las 15.000 almas, sin que todas ellas hayan pagado sus entradas.

El partido que simultáneamente jugaban Guaraní y Libertad pronto comenzó a decantarse a favor del conjunto aurinegro, para allanar el camino a la gloria azulgrana.

La única parte del libreto que no se cumplió fue la que estuvo a cargo del equipo de “Chiqui” Arce, que salvo algunos contados momentos, principalmente en el arranque del segundo tiempo, no estuvo a la altura de las exigencias y de las dificultades que le propuso un equipo con gran amor propio y dignidad como fue el de Carapeguá. Lento y sin ideas, el Ciclón se topetó continuamente contra la barrera defensiva montada por Carapeguá, como toda lógica y previsibilidad.

Las incursiones por el costado derecho de Bonet no bastaron para abrir brechas importantes y el desempeño cerrista se fue destiñendo, poniendo tenso a sus integrantes y sobre todo a la afición, que festejó dos veces en la tarde, pero fueron los goles aborígenes en Tuyucuá.

En el segundo tiempo, con empuje y algo de claridad, se produjeron las más claras para el conjunto cerrista, con un pase de Ángel Romero a Fidencio, que definió mal, y un tiro de Óscar Romero que salió por muy poco elevado.

Dos Santos estuvo apagado y las situaciones se fueron acabando incluso cuando Arce refrescó el equipo con Ángel y García y finalmente Güiza, cuyo nombre fue coreado desde varios minutos antes por el público. Mientras, Carapeguá hasta pudo haber ganado en los minutos finales, primero con el mano a mano del Piojo Ayala que Fidencio evitó con falta y le costó la expulsión, y luego con el tiro del mismo delantero carapegüeño, que pegó en el travesaño.

Cerro no hizo méritos para ganar y postergó una fiesta que aún es sumamente factible, pues ganando en la próxima fecha ante Libertad será campeón.

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