CONMEBOL, tres décadas de ignominia

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Definitivamente, los últimos 30 años de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) fueron de total deshonra para el fútbol sudamericano bajo la presidencia de Nicolás Leoz, Eugenio Figueredo y Juan Ángel Napout, todos ellos detenidos y acusados de graves hechos de corrupción por la Justicia de EE.UU. Se calcula que, al menos en los últimos 20 años, más de US$ 200 millones circularon en sobornos y dádivas para la alta dirigencia del fútbol sudamericano, lapso en el cual más de una decena de clubes iban a la bancarrota.

Mientras Hugo y Luis lloraban en la canchita del barrio porque la única pelota que tenían fue a parar al techo de ña Teresa, en algún aeropuerto importante del mundo una limusina aguardaba la llegada del jet privado que transportaba a uno de los máximos exponentes de la Conmebol para trasladarlo luego al más lujoso hotel de la ciudad.

Esta fue una figura más que repetida en los últimos 30 años de vida institucional de la Conmebol que hoy tiene a sus últimos tres presidentes y a una decena de dirigentes miembros detenidos y acusados de corrupción por la Fiscalía General de los EE.UU.

Nicolás Leoz Almirón (87) asumió la presidencia de la Conmebol el 1 de mayo de 1986, sucediendo al peruano Teófilo Salinas, quien hasta entonces llevaba las riendas de la Confederación. Leoz tuvo una administración pujante, instalando la sede permanente en Paraguay con importantes inversiones anexas como el Hotel Bourbon y el Centro de Convenciones Conmebol.

Sin embargo, hacia finales de los 90 comenzó a caer en una serie de irregularidades, principalmente en la firma de contratos leoninos con las empresas de marketing y televisión deportiva, otorgando derechos casi a perpetuidad a estas empresas en detrimento directo de los clubes.

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En el 2007, el periodista inglés Andrew Jennings acusa a Leoz de participar de un caso de corrupción dentro de la FIFA, juntamente con el “cerebro de la mafia futbolera” en Sudamérica, Julio Grondona (fallecido), expresidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). En el 2010, la BBC de Londres también involucra a Leoz en otro hecho de presunto cobro de sobornos para conceder derechos de televisión junto al expresidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) Ricardo Teixeira, también hoy acusado por la Justicia norteamericana.

En el 2013, ya sin formas de encubrirlo, el Comité de Ética de la FIFA reconoce la culpabilidad de Leoz, al igual que la de otro brasileño, João Havelange (extitular de FIFA), y el mismo Ricardo Teixeira, en el cobro de sobornos para otorgar derechos televisivos para los mundiales 2002 y 2006.

Sin haber recibido castigo alguno, pero acosado por las denuncias de corrupción, Leoz renuncia al cargo de presidente de la Conmebol el 30 de abril de 2013. Sin elección alguna, y solo por estatutos, asume directamente el uruguayo Eugenio Figueredo, quien era hasta ese momento vicepresidente de la Confederación.

La asunción de Figueredo era hasta cumplir con el mandato de Leoz, que era hasta el 2015, sin embargo fue reemplazado el 8 de agosto de 2014 por otro paraguayo, el expresidente de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF) Juan Ángel Napout. Eugenio Figueredo junto a Nicolás Leoz estuvieron entre los primeros acusados por la fiscala norteamericana Loretta Lynch el 27 de mayo de este año. El uruguayo fue detenido en Zúrich (Suiza), donde guarda reclusión hasta ahora, y Leoz fue detenido en Asunción y se encuentra con arresto domiciliario, ambos a la espera de la extradición solicitada por EE.UU.

Juan Ángel Napout continuó su presidencia hasta el pasado 3 de diciembre, cuando también en Zúrich (Suiza) fue detenido junto a otras 11 personas. Los demás dirigentes de la Conmebol acusados son: Rafael Esquivel, José María Marín, Sergio Jadue, Luis Bedoya, Luis Chiriboga, José Luis Meizsner, Eduardo Deluca, Carlos Chávez, Manuel Burga y Romer Osuna, todos ellos “distinguidos” miembros del Comité Ejecutivo de la Conmebol, que se manejaron siempre en medio del lujo, la ostentación, la opulencia y hasta la soberbia y la petulancia en algunos casos. Ojalá que las nuevas autoridades de la Conmebol aprendan la lección y trabajen para servir al fútbol sudamericano y no para servirse de él.

mvelazquez@abc.com.py