Para cualquier jugador lograr un campeonato es algo significativo, pero para los delanteros Julio Ortellado (38 años) y Alejandro Ortellado (20) es un sueño cumplido.
“En algún momento pensé que se podía dar, pero esto es aún más especial por haber logrado el campeonato juntos”, señaló Julio, campeón del Apertura 2007 con el Sportivo Luqueño.
Alejandro siempre pensó en jugar con su padre, pero tenía que llegar a primera. “Sabía que iba a tener la oportunidad, ya que siempre quiso terminar su carrera en Pilco”, mencionó el joven.
Le consultamos a Julio cómo se manejan en la cancha. “Lo trato como un compañero más, inclusive muchas veces le exijo más, y eso lo saben los compañeros”.
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Alejandro no se siente obligado a darle el balón a su padre cuando juegan, pero sí lo busca porque siempre sabe qué hacer, por su experiencia. “Nos entendemos con gestos o al mirarnos, ya que todo el día prácticamente estamos juntos, porque compartimos el mismo trabajo (tienen una pequeña empresa de transporte)”.
Si hay un mano a mano frente al arquero, y te toca anotar el gol de campeonato, pero tu padre está al lado y mejor ubicado, ¿le pasarías el balón? “Es difícil, pero prefiero asegurar, que él anote y ganemos, porque al final ganamos todos, que es lo más importante”, dijo Alejandro.
En Pilcomayo la familia Ortellado lleva tres generaciones: don Julio Ortellado Sanabria fue presidente, Julio jugó en inferiores y volvió tras dejar el profesionalismo, y Alejandro es uno de los más importantes en la dotación actual.
El “Pilco” campeón cumplió una campaña con 13 victorias, 10 empates y cuatro derrotas.