Djokovic se deshizo de Anderson por 6/2 y 6/2 en 75 minutos, y sumó la octava victoria consecutiva sobre el jugador de Johannesburgo en nueve duelos. Jugará por séptima vez en esta final, que ha ganado cinco veces.
Y se presenta a ella, sin haber cedido una vez su servicio en cuatro partidos, permitiendo únicamente dos bolas de rotura, ambas contra el estadounidense John Isner.
El de Belgrado, de 31 años, se encontrará en la final con el azote de Federer, el espigado alemán, entrenado desde el Abierto de Estados Unidos por Ivan Lendl, y que antes venció al suizo con parciales de 7/5 y 7/6 (5), imponiendo su juventud (21 años) y también su picardía, ante el virtuosismo del jugador de Basilea.
