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Guaraní mantiene el liderazgo del campeonato Clausura, pero ahora a solo un punto de Olimpia, al que enfrentará en dos fechas más. Rubio Ñu rescató un punto de Dos Bocas, pero con el reproche de no haber sabido manejar mejor la circunstancia de que el equipo local haya quedado con diez hombres por la expulsión de Darío Ocampo, cerca de la primera media hora de juego.
La determinación del árbitro Antonio Arias fue la nota polémica del encuentro, ya que luego de un pataleo de Ocampo desde el piso en contra del volante ñuense Cardozo Lucena, el juez lo iba a amonestar, pero rápidamente cambió su decisión y le mostró la roja directamente.
Luego el mismo Ocampo admitiría que le dijo al juez algo fuera de lugar, que aunque pueda ser común dentro de un partido, le dio a Arias el argumento para expulsarlo. La salida de Darío Ocampo no solo perjudicó a Guaraní, sino al partido en sí, que ya no tuvo el mismo cariz que hasta entonces.
El juego se resumía en el esfuerzo del conjunto legendario por romper el esquema asfixiante que implementó el cuadro de Rubio Ñu. Los albiverdes se prodigaron en el mediocampo y en defensa, por anticiparse a cada intento de Guaraní, sin permitirle elaborar cómodamente las acciones.
El Indio tuvo más la pelota, incluso después de haber quedado diezmado. Juan Aguilar fue de los más claros en sus filas, mientras que del cúmulo de esfuerzo por parte de los ñuenses, destacamos el del lateral Diego Ciz.